Cada vez que un individuo se enfrenta a grupos con la intención de posicionarse y destacar, podríamos hablar de una competencia. Esto aplica por supuesto a casi cualquier contexto; si evalúas un salón de clases, el estudiante con mejores competencias es quien se lleva la mayor parte de los méritos.

Así mismo, cuando hablamos de marketing y negocios, puedes ver la “pelea” entre las empresas por conquistar una mayor cuota del mercado. Esto por supuesto origina el desarrollo de estrategias, variaciones de precio y disponibilidad, entre otros detalles.

Ahora bien, esta misma versatilidad del mercado da origen al surgimiento de diferentes competencias. Ciertamente la competencia puede evaluarse desde muchos puntos de vista, pero hoy nos concentraremos en los tipos de competencia relacionados al sector empresarial.

Tipos de competencia en las empresas

Según el objetivo de algunos empresarios, lo ideal sería conquistar la totalidad de un sector dentro del mercado; Desplazar empresas similares, fomentar el crecimiento acelerado y recurrir a medidas drásticas por mantener la posición.

Bajo ese enfoque, se desarrolla lo que el mercado conoce como competencia imperfecta; específicamente un monopolio. Que no es más que el dominio casi total del sector por parte de un mismo personaje.

Ahora bien, dentro de la competencia imperfecta, también entra el oligopolio. Uno de los tipos de competencia más evidentes hoy en día. Consiste el dominio casi total del mercado por parte de un grupo cerrado de empresas.

Solo observa la industria del entretenimiento, y tendrás un claro ejemplo de ello; y ni hablar del sector tecnológico.

Frente a estos tipos de competencia, el consumidor sufre las condiciones del grupo o empresa particular que domina el mercado. El precio, la disponibilidad y en ocasiones otro tipo de condiciones para la adquisición de sus productos o servicios.

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No obstante, también dentro de la competencia imperfecta, encontrarás un escenario opuesto. Donde no se trata de pocos ofertantes, sino de un único consumidor; como en el caso de las relaciones B2A.

En estos casos, las acciones e intenciones del único consumidor hacen que el precio del producto o servicio sufra alteraciones.

El tipo de competencia perfecto

¿Qué sucede con los nuevos emprendedores, si ya hay una gran parte del mercado dominada por las grandes empresas?

A criterio personal, debo compartirte lo que creo al respecto.

Mientras muchos consideran que debemos desplazar a otras organizaciones para sacarle beneficios al mercado; estamos quienes apostamos por la competencia perfecta.

Dentro de los tipos de competencia existentes, siento que este es capaz de aportar más al mundo. Consiste en un escenario donde muchos ofertantes atienden las mismas necesidades de un segmento del mercado.

Al ser así, no hay pujas que disparen los precios del producto y cada uno crece conforme a los aspectos diferenciadores del proyecto. Cuando eso sucede, encuentras un mercado estable, con suficiente disponibilidad de ofertas y un excelente margen de precios.

¡Todos venden!

Como en la profundidad del océano… Cada una de las empresas que participan en este ecosistema competente logra hacerse con una buena porción del pastel. Ya los pasos hacia el crecimiento están orientados hacia el aspecto creativo, no al destructivo.

¿Y tú? ¿Prefieres ser el amo del mercado o navegar en un océano de posibilidades?