Una empresa es mucho más que un edificio o un grupo de personas con traje. En realidad, es una organización que, gracias a determinada actividad, influye en el desarrollo económico y social de quienes interactúan con ella.
Ciertamente, el alcance puede ser local, regional o internacional, pero en todos sus tipos se manifiesta un impacto positivo en cuanto al desarrollo. Las compañías, grandes o pequeñas, son quienes moldean, en gran medida, el flujo económico y el estatus social de su entorno.
Hoy nos dedicaremos a analizar los pilares que sostienen a una organización. Desde las partes que la componen, su clasificación y algunos datos actuales sobre el sector que te llevarán a una mejor comprensión del tema.
¿Qué aprenderás?
¿Qué es una empresa?
Las empresas son organizaciones con fines de lucro que se dedican al tratamiento de materias primas para la creación y comercialización de productos, o directamente a la prestación de servicios.
Aunque es simple, la realidad nos muestra que de esta definición surgen variantes que nos llevan distintos tipos de clasificación. Una empresa se distingue de otra por su tamaño, tipo de actividad, alcance y otros factores que no necesariamente se enfocan en el desarrollo de la marca.
¿Cómo se clasifican las empresas?
Para entender cómo clasificar una compañía lo mejor es separar las diferentes categorías y entender qué comprende cada una. ¡Vayamos a ello!
Tamaño
En efecto, el tamaño de la organización influye en la clasificación de las empresas, y más allá del tamaño de un edificio, esto hace referencia a la cantidad de personas que hacen vida en el proyecto. En este sentido, las organizaciones pueden ser:
- Microempresas: Máximo 10 personas.
- Pequeñas: Máximo 50 personas.
- Medianas: Máximo 250 personas.
- Grandes: Mínimo 251 personas.
Alcance
Ahora bien, a diferencia del tamaño, el alcance de una empresa se relaciona con cuánto territorio cubren con su actividad. Puede ser una empresa grande que solo opere en una ciudad específica, o una empresa mediana con alcance internacional. He aquí la clasificación:
- Locales: limitadas a una zona muy pequeña.
- Regionales: abarca varias ciudades o provincias.
- Nacionales: tiene cobertura en todo un país o gran parte de este.
- Transnacionales: cuenta con participación en diferentes países.
Sector económico
Otro de los pilares a considerar en una clasificación empresarial es el sector económico en el que desarrolla sus actividades. De acuerdo a estas categorías, puedes llegar a una comprensión profunda de la visión de la empresa, requerimientos y hasta el tipo de estrategias que favorecerían su expansión.
- Primario: relacionado con la extracción de materias primas.
- Secundario: integra la actividad industrializada.
- Terciario: se centra en la prestación de servicios.

Tipo de actividad
Así como existe una clasificación acorde al sector, también encontrarás cómo estructurar una empresa en función de sus actividades específicas. De esta manera, podrías clasificarla de la siguiente manera:
- Industriales: manufactura, empaque y ensamble de productos.
- Comerciales: comercialización de bienes y servicios.
- Servicios: prestación de servicios.
- Mixtas: implican dos o más actividades dentro de su plan operativo.
Tipo de capital
Por otra parte, debes considerar que la propia constitución de una organización con fines de lucro amerita la inversión de capital. También existe una clasificación según el origen de los fondos, porque, según de dónde venga el dinero, se pueden determinar los intereses de los fundadores y otros aspectos relacionados.
- Privadas: El capital proviene de personas particulares o instituciones asociadas.
- Públicas: Los fondos pertenecen a una entidad gubernamental.
- Mixtas: Existen fondos provenientes del gobierno y personas/organizaciones particulares.
Patrimonio
Finalmente, una empresa también puede clasificarse de acuerdo a la apertura de patrimonio; es decir, a sus políticas para aceptar o rechazar inyección de capital por parte de terceros.
En este caso, la clasificación se aprecia de la siguiente manera:
- Capital abierto: Las empresas cotizan en bolsa y aceptan inversión de terceros.
- Capital cerrado: Las empresas no aceptan capital de terceros.

Impacto económico y social de las empresas
Cada vez que surge una nueva propuesta en la que una organización lanza un nuevo producto, o servicio, la economía y la sociedad en sí, recibe un impacto inevitable. Por fortuna, el desarrollo de las actividades empresariales genera un impacto positivo tanto para quienes hacen vida en la organización, como para los consumidores.
¡Veamos un poco más de cerca!
Impacto económico
Considerando que las actividades de estas organizaciones promueven un mayor flujo de dinero, aparecen dos puntos de impacto; el consumidor y los trabajadores. Los clientes ahora cuentan con un producto/servicio asequible, pueden disponer de su capital para la compra haciendo girar la rueda de la economía.
Por otra parte, el beneficio líquido de la compañía permite una compensación justa para quienes trabajan en ella. El personal aumenta su poder adquisitivo, lo que le permitirá convertirse en mejor cliente adentrándose en un consumo que favorezca el estilo su estilo de vida y el de sus respectivas familias.
Impacto social
Al mismo tiempo, se genera una onda expansiva que afecta el ámbito social de acuerdo al alcance de la empresa. En primera instancia, se destaca que cuando los consumidores acceden a mejores productos y servicios, su estilo de vida gana puntos extra. En ese sentido, la actividad empresarial es un catalizador para mejorar vidas.
No obstante, si analizamos el impacto social interno, podemos ver cómo la actividad de una empresa potencia el desarrollo de su propio personal. No solo en habilidades, sino en sensación de autosuficiencia, crecimiento profesional y demás.
Influencia de la actividad empresarial en México 2024
Una muestra de cómo influyen las empresas en el desarrollo de una economía es lo planteado por la OCDE para 2024 y 2025. Permíteme presentarte algunas cifras interesantes halladas en este estudio.
De acuerdo al informe de la OCDE, se espera que para 2024, la economía mexicana crezca en un 2.5%, y que para 2025 aumente un 2% extra. Estas cifras son la consecuencia de un plan de fortalecimiento del mercado laboral, el cual provee mayor liquidez a los trabajadores y a su vez, mejor calidad de vida.
Este plan apunta a disminuir las tasas de desempleo y aumentar conscientemente los salarios hasta alcanzar una brecha favorable para todos los sectores.
Sin duda, el papel de la empresa es fundamental para que este plan se concrete correctamente, y alcance o supere las expectativas.