Si quieres aumentar tus opciones de empleo y crecimiento profesional debes poner entre tus prioridades el desarrollo de las competencias digitales. La pandemia por COVID-19 ha acelerado la transformación de las empresas, incrementando la demanda de perfiles que cuentan con estas habilidades.
Este ascenso se observa en datos como este: en septiembre de 2020 la demanda de profesionales con estas aptitudes se había elevado un 525%, según Linkedin. Esta tendencia continuará y ya no se concebirá un trabajo sin tecnología.
Lo dice el informe The Future of Jobs del Foro Económico Internacional, que destaca que el 50% de los trabajadores deberá reciclarse por la digitalización, de aquí al año 2025. Los sólidos conocimientos digitales darán una ventaja competitiva profesionalmente, como señala el estudio Jobs On The Rise de Linkedin.
Ámbitos como el Big Data, la ciberseguridad, la realidad aumentada, los negocios digitales, la programación o la inteligencia artificial concentran una gran demanda de perfiles. Pero, estas competencias son y serán un imprescindible tanto si trabajamos en marketing o finanzas, como si ejercemos de abogados o médicos. Tendremos que dominar el entorno digital y la tecnología, así como aprovechar lo que pueden aportar en nuestro ámbito laboral.
Las habilidades más demandadas
Pero hablar de competencias digitales no consiste únicamente en saber utilizar las herramientas. Como destaca Randstad, también se trata de hacer un uso crítico, seguro y creativo a partir de las nuevas tecnologías y descubrir las oportunidades que estas nos ofrecen. De esta forma, seremos capaces de gestionar y resolver los retos que se nos planteen.
Porque a las hard skills, que enmarcan las competencias específicas vinculadas a una materia, se unen las soft skills. El Foro económico Internacional pone el foco no solo en las habilidades técnicas digitales, sino también en otras competencias que las complementan.
El estudio The Future of Jobs destaca, además del uso, seguimiento y control de la tecnología o el diseño y programación de tecnología, estas otras cualidades entre las más solicitadas:
- Pensamiento analítico e innovación
- Aprendizaje activo y estrategias de aprendizaje
- Solución de problemas complejos
- Análisis y pensamiento crítico
- Creatividad, originalidad e iniciativa
- Liderazgo e influencia social
- Resiliencia, tolerancia al estrés y flexibilidad
- Inteligencia emocional
- Persuasión y negociación
- Capacidad de trabajo en equipo
La adquisición de estas competencias pone sobre la mesa conceptos como:
- Upskilling. Cuando hablamos del perfeccionamiento y la capacitación que ayude al trabajador a desempeñar mejor sus funciones.
- Reskilling: En este caso, se centra en el reciclaje profesional y en la adquisición de nuevas competencias y capacidades para adaptarse a los cambios por la digitalización.
La pandemia ha acelerado un proceso que ya venía produciéndose, como muestran los datos del informe Hopes and Fears 2021 de PwC, que incluye la opinión de 32.500 trabajadores de 19 países:
- El 40% de los trabajadores han mejorado sus capacidades digitales durante la pandemia.
- El 77% está dispuesto a aprender nuevas capacidades o a reciclarse por completo.
Actualización constante
Por todo ello, la formación que nos permita actualizarnos se convierte en un pilar esencial en nuestro desarrollo profesional. Para la adquisición de esas competencias existen metodologías como la de Impact Learning, que aúnan el aprendizaje experiencial y competencial, y que aplica en sus titulaciones la Facultad de Empresa y Comunicación de UNIR.
¿ En qué consiste? En obtener las habilidades de una forma práctica: laboratorios y workshops, simulaciones o foros se convierten en la vía para interiorizar las competencias específicas (hard skills) y las transversales (soft skills). Hablamos de Learning by doing. Una manera diferente de aprender que resulta más eficaz para la adquisición de los conocimientos y que son la seña de identidad de sus másteres en Ciencias Económicas o Marketing y Comunicación.
Es necesario obtener un perfil capaz de afrontar los retos actuales y responder a la demanda del mercado, aumentando las oportunidades para el crecimiento profesional. Las competencias digitales son, hoy más que nunca, esenciales para el presente y el futuro laboral.