¿Alguna vez has considerado el plan maestro de producción (MPS)?
Si como dueño de negocio no tienes uno, es hora de tomar notas porque a partir de ahora lo considerarás indispensable para el funcionamiento de tu compañía. Este documento, es el verdadero punto de partida de las empresas, o al menos uno de los elementos más importantes desde su lanzamiento.
Sin este, la empresa caminaría a ciegas en un mercado salvaje y es mucho más difícil asegurar la sostenibilidad del proyecto. Veamos en qué consiste un MPS.
¿Qué es MPS?
Dentro de la planificación empresarial, el MPS es el documento que plantea la ruta a tomar con respecto a todos los procesos productivos de la empresa. Surge a partir del análisis de numerosos datos sobre el mercado como:
- Comportamiento del consumidor objetivo
- Performance de la competencia
- Análisis del entorno
- Condicionamiento económico
- Otros
Además, considera factores internos que afectan directamente la productividad de la empresa como lo son:
- Personal requerido
- Maquinaria
- Herramientas
- Instalaciones
- Jornadas
- Procesos internos
- Otros
Gracias a estos datos, es posible entender el escenario donde la empresa se desarrollará y a partir de allí inferir sobre las posibilidades futuras.
Una vez planteado el escenario, se traza una ruta a seguir en pro de alcanzar determinado objetivo. No obstante, cada vez que surge una idea de desviación o se prevé que algo no po0dría funcionar, la idea es apuntada y evaluada como un escenario posible.
Una vez terminado, el plan maestro registra y organiza las acciones a tomar en cada etapa, y las decisiones a tomar si alguna de las desviaciones se cumple. La idea es actuar con precisión para retomar el centro del plan.
Características del Plan Maestro de Producción MPS
Debido a que el MPS muestra una ruta clara con respecto a la fabricación de bienes de la empresa, crea una carpeta de beneficios más que atractiva. Entendiendo el terreno de juego y las cartas que tienes para jugar, es más sencillo tomar ventaja y en este caso la delantera se observa a través de:
- Reducción de costes operativos
- Entorno laboral más eficiente y seguro
- Capacidad de producción optimizada
- Mayor probabilidad de satisfacer demanda
- Mayor disponibilidad de productos
- Reducción de mermas
- Optimización de recursos
Evidentemente no se trata de solo un documento, sino de una obra maestra capaz de sacar adelante a tu empresa. Es hora de considerarlo.
Elementos del Plan Maestro de Producción
Para que un plan maestro de producción MPS sea efectivo es necesario que además del contexto productivo se consideren algunos componentes específicos. La veracidad en la información relacionada a estos elementos es crucial, de ello depende el buen funcionamiento de la empresa.
- Productos a fabricar
- Proceso óptimo para su desarrollo
- Recursos necesarios
- Demanda
- Capacidad de producción
- Flujos de trabajo
- Tiempos establecidos
- Volumen de producción óptimo
Ciertamente, dependiendo de la empresa, es posible agregar o prescindir de algunos elementos. Pero debes saber que mientras tu MPS pueda ser más específico y completo, alcanzarás un mejor performance empresarial.
Una vez establecido el plan maestro (y si este está bien desarrollado), lo único que resta es aferrarse a él. Con el paso del tiempo puedes optimizar las fases de cada proceso y actualizar el plan, pero ten en cuenta que siempre has de apuntar al norte del mismo.
Cómo hacer un MPS
Si estás buscando cómo se hace un plan maestro de producción o MPS, aquí tienes una lista de elementos clave que debes considerar:
- Análisis de la demanda y pronóstico de ventas
- Definición de los productos a fabricar
- Establecimiento de los procesos de producción
- Identificación y asignación de los recursos necesarios (personal, maquinaria, herramientas, etc.)
- Estimación de la capacidad de producción
- Definición de los flujos de trabajo y secuencia de operaciones
- Establecimiento de los tiempos de producción y los plazos de entrega
- Definición del volumen de producción óptimo