Innovar es transformar. Agregarle nuevos atributos a un producto, servicio o proceso con la intención de mejorarlo; No siempre se relaciona con descartar el estado actual de las cosas para dar paso a las nuevas, sin embargo, también entra dentro de las posibilidades.
En ese sentido, la innovación es el aterrizaje de las miles de ideas que puedan surgir en determinado momento sobre cierto asunto. Por lo tanto, podrías aceptarla como el resultado de conectar la creatividad con el diseño y una ejecución impecable.
Ahora bien, cuando se trata de metodologías complejas como las acciones del marketing; en un mundo donde tanto tecnológica como administrativamente presentan altos niveles de optimización, ¿cómo sería posible innovar?
Bien, te mentiría si te digo que será fácil, aun así, si sigues las siguientes recomendaciones, podrás avanzar hacia un futuro innovador.
Fuentes de ideas innovadoras
Todas las ideas surgen (en esencia) de la misma manera y se genera en un mismo lugar; tu mente. Esta, según D. Goleman, funciona como dos entidades en conjunto; una de ellas considerada como el consciente y la otra el inconsciente.
Sin necesidad de entrar en los detalles de cómo funcionan, debes tener en cuenta que ambas partes cumplen un rol de tres etapas con respecto a la información:
- Absorción
- Administración
- Exportación
Todo lo que ves, escuchas y sientes queda registrado y va formando parte consciente e inconsciente de tus pensamientos. Y en la etapa de administración, todos esos datos comienzan a relacionarse; lo cual genera los prejuicios, las perspectivas y por supuesto, las nuevas ideas.
En ese sentido, a medida que puedas alimentar tus pensamientos con la mayor cantidad y variedad de estímulos, ten por seguro que comenzará un fluir de más y mejores ideas. No en vano, cuando existe un bloqueo mental, los creativos salen de su oficina y comienzan a transitar por nuevos espacios; o se inscriben en alguna actividad eventual. Necesitan nuevos estímulos, nueva materia prima para sus ideas.
Si te encuentras al frente del marketing de algún proyecto, seguramente has encontrado algunos puntos rutinarios en los procesos que manejas. No obstante, también podrías haber identificado detalles que no permiten ejecutar satisfactoriamente la estrategia.
En esos escenarios es preciso que comiences a romper esquemas y a bocetar nuevas ideas. Y para ello, es necesario pensar fuera de la caja.
Falta mucho por crear
Algo que admirar de Steve Jobs, era su percepción sobre la creatividad e innovación. Aun cuando los productos de Apple eran suficientemente buenos, Jobs se ocupaba de agregar más detalles y hacer que fueran mejores.
Si pensamos en marketing, vemos como diversas herramientas y empresas ofrecen soluciones efectivas; sin embargo, con un ojo crítico podrás ver los espacios vacíos y las necesidades no cubiertas por ellas.
Allí es donde entran nuevos planteamientos, soluciones agregadas o la transformación total de un determinado asunto.
La innovación es el único elemento que lleva a las empresas al crecimiento constante y a la adaptación a los nuevos escenarios. En efecto, todo proyecto que no sea capaz de crecer, se estanca; y todo lo que se estanca eventualmente se pudre.
Para evitarlo e necesario que:
- Cuida bien los estímulos que le das a tus pensamientos.
- Cultiva una cultura de pensamiento lateral donde haya libertad para expresar ideas.
- Toma el tiempo necesario para realizar diagramas de flujo para determinar el alcance de las ideas.
- Asegúrate de pensar fuera de lo habitual; rompe los esquemas y haz algo diferente.
- Nunca cierres las puertas a lo que puede ser mejor. Solo maneja con prudencia los cambios.
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