Para efectos del análisis de procesos, es fundamental contar con un conjunto de herramientas que faciliten las labores técnicas. En un proceso productivo de gran escala, los errores se deben prever con mayor grado de rigurosidad; es decir, menos subjetividad en el análisis, y para ello, es necesario recurrir a los números.

Partiendo de ello, el diagrama de dispersión se gana una apreciación importante por los analistas de procesos. Gracias a su estructura, permite detallar el comportamiento de las variables que se deseen estudiar.

Sin embargo, la perspectiva proporcionada por este gráfico permite entender la relación entre estas variables; en otras palabras, cómo influye una en la otra. Por supuesto, esta ventaja favorece la detección de problemas y acelera la mejora de los procesos.

Qué es el diagrama de dispersión

Cuando se habla de un diagrama de dispersión, se hace referencia a lo que también se conoce como diagrama de puntos.

Es una gráfica que permite trazar el comportamiento de dos variables y a su vez determinar qué tan influenciada está una con respecto a la otra. Recibe el nombre de dispersión, porque la representación consiste en una serie de puntos sueltos que se dibujan en el plano cartesiano.

En el eje X del plano, se sitúa la variable principal y en el eje Y, la variable a la que debemos medir la correlación. Este último término sirve para resumir el nivel de influencia entre las variables.

La correlación entre las variables se puede presentar en tres categorías.

  • Correlación Positiva: la variable Y sigue el mismo patrón de comportamiento que la variable X.
  • Correlación Negativa: La variable Y marca un comportamiento opuesto al de la variable X.
  • Correlación Nula: La variable Y tiene un comportamiento independiente y no se ve afectada por los cambios de X.
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Como consecuencia de ello, entonces las variables se pueden categorizar en

  • Dependientes
  • Independientes

¿Cómo funciona el diagrama de dispersión?

Entendiendo el propósito del diagrama de dispersión es sencillo sacar el máximo provecho de su aplicación. Aunque esto no significa que el manejo estadístico deba quedar en manos de cualquier persona.

Lo primero que debes tener es la situación que deseas evaluar, es decir, saber cuál es el problema. A partir de allí, determinar las variables a estudiar para luego iniciar el proceso de recolección de datos.

Es necesario destacar que la recolección de datos de ambas variables debe llevarse a cabo en un mismo marco temporal.

Con toda la información en la mano, lo que sigue es vaciarla en un plano cartesiano donde las variables siguen la descripción anterior. Cada dato es representado por un punto o círculo en el plano, razón por la cual, al finalizar observarás un cuadro con puntos dispersos.

Luego de eso corresponde emparejar y analizar la información; determinar la correlación entre las variables, y por supuesto, si esta influencia tiene efectos positivos o negativos en el proceso.

Generalmente, el diagrama de dispersión es solo una de las herramientas que todo analista debe tener a la mano. Pocas veces se utiliza como única herramienta, ya que otros diagramas permiten profundizar en la información que éste nos proporciona.