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Cómo hacer una misión para tu organización

Dirigir correctamente las actividades dentro de cualquier proyecto u organización, requiere que todo el equipo esté centrado en un objetivo común. De lo contrario, cada rol se podría dispersar y al final no lograr más que el desgaste del equipo y la mala utilización de recursos.

Por lo tanto, hoy conversaremos sobre cómo hacer una misión desde una perspectiva pragmática. Que a su vez sea tan poderosa, que le otorgue a cada persona del equipo un significado más importante que el tangible de su actividad.

Qué considerar para el planteamiento

A diferencia de otros elementos base de la estructura conceptual de una organización, la misión se presenta siempre en el momento presente; partiendo de lo que somos como proyecto y definiendo qué es lo que haremos en el presente.

Por lo tanto, al momento de establecer la misión de tu empresa debes ocupar secuencialmente al menos cuatro áreas:

  • Tipo de organización (el rubro que se pretende atender)
  • Mercado meta (a quién va dirigido tu proyecto)
  • Problemática dentro del sector
  • Actividades a desarrollar (productos y/o servicios que solucionen el problema)

En ese sentido, el enunciado marcará el contexto operativo al que se enfrenta la empresa y mantiene el foco en un solo objetivo.

Un objetivo ideal

Otro de los puntos importantes que debes conocer sobre cómo hacer una misión, es sin duda, la manera de plantear el objetivo.

Una vez que abordas con claridad las cuatro áreas previamente planteadas, debes centrar tu enunciado en cómo apoyar a tu mercado meta. Es decir, a pesar de que las organizaciones con fines de lucro, efectivamente desean facturar al máximo de su capacidad, el sentido monetario carece de poder para orientar al equipo en la toma de decisiones.

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Ahora bien, cuando el esfuerzo de cada actividad sigue un enunciado que aborda el bienestar del cliente, de alguna manera, tanto clientes como el equipo de trabajo, se sienten más comprometidos. Y consecuentemente, el índice de facturación tiende a incrementar.

Una manera de ver este efecto, es plantearlo como un efecto rebote en beneficios. Mientras más importancia le des a cubrir las necesidades de tus clientes, gradualmente subirá la facturación de tu organización. Pero si centras tus esfuerzos en subir la facturación, dejando de lado dichas necesidades, tus clientes dejarán de comprar.

Cómo proceder con la redacción

¿Alguna vez te has encontrado con un documento de suma importancia? De esos que preferiblemente no se deban alterar para que mantengan su significado…

Bueno, así mismo es la misión de una empresa. Por lo tanto, la redacción del enunciado, por corta que sea, debe ser lo suficientemente poderosa y estable para que perdure y haga perdurar a la empresa en el tiempo.

Para ello, es importante que recalque el objetivo iniciando con un verbo en infinitivo en tiempo presente; pues esta acción inicial tiende a ser la fuerza clave de la misión. Y todo el complemento debe ser consonante con las variables descritas anteriormente.

Por supuesto, elaborarás varios borradores que debes ir perfeccionando, al punto que sea precisa y clara. Con la intención de que sea fácilmente transmisible tanto al cliente como al equipo de trabajo y estos la puedan recordar en cualquier momento.

Aun cuando parece un tema sencillo, no es algo que puedas tomar a la ligera, así que necesitarás practicar y debatir con los directivos la mejor manera de plantear ese enunciado. Sin embargo, si se apegan a estos principios sabrán cómo hacer una misión que verdaderamente los identifique.

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