Estoy seguro que en matemática básica te habrán mostrado la teoría de Pareto. Y al mismo tiempo puedo asegurar que pese a esa realidad, también soy consciente de que rara vez nos muestran cómo aplicarlo en la vida real.

Y en ese caso, hablamos de una herramienta sencilla con mucho poder en distintos aspectos de nuestra vida, incluyendo el desarrollo del marketing. Así que veamos de una vez por todas para qué sirve Pareto y cómo puedes usarlo a tu favor dentro de tu empresa.

Compresión elemental del principio

Hace 125 años, Vilfredo Pareto se dio cuenta que existía una relación casi exacta que abordaba diferentes problemáticas. En base a ella, planteó la conocida regla 80/20, la cual es usada pragmáticamente en diversos aspectos de la vida. ¿Pero hasta dónde abarca?

Desde un punto de vista más cercano, la relación de Pareto nos muestra que a menudo, una división de menor volumen es la que conlleva la mayoría del peso; es decir, un pequeño grupo de determinados elementos son más importantes que el resto.

Por ejemplo, podemos ver que en una empresa manufacturera, el 20% de su variedad de productos, generan el 80% de las ventas. Lo habías notado ¿Verdad?

Extrapolando la regla

En ese sentido, entender para qué sirve Pareto, requiere que puedas visualizar algunos ejemplos relacionados al mundo de los negocios. Aunque en realidad, una vez distingas su potencial, te será sencillo analizar todos los aspectos de tu vida.

Si por ejemplo, eres el encargado de un área determinada de la empresa, te enfrentas diariamente a decenas de decisiones. ¿Cierto?

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Pues si las juntas todas ellas en un diagrama de Pareto, te darás cuenta que el 80% de esas decisiones tienen un impacto del 20% en los objetivos principales de la empresa. Por lo tanto, la mayoría de los asuntos que resuelves, son solo trivialidades que consumen tu tiempo y energía.

Ahora bien, en ese mismo escenario, solo el 20% de las decisiones que tomas, impactan los objetivos de la empresa en un 80%. Y una vez logras determinarlos solo debemos agregar una decisión; qué delegar y qué asumir.

Consideraciones del diagrama de Pareto.

Ahora bien, en una perspectiva técnica, debes considerar la gráfica como un proceso estadístico. Por lo que se necesita dedicar un poco de tiempo para relacionar los datos que revelan tanto las incidencias, como su nivel de recurrencia, el porcentaje de impacto individual y el acumulado porcentual de dicho impacto.

Por supuesto, antes de graficar, primero se debe contar con una tabla que permita organizar dicha relación de datos en orden decreciente según la frecuencia de cada eventualidad a evaluar. Y posteriormente puedes asignar los datos en los siguientes ejes:

  • Eje X: eventualidades a estudiar, de izquierda a derecha según el orden decreciente de la tabla.
  • Eje Y izquierdo: indicador de frecuencia con la que sucede cada eventualidad.
  • Eje Y derecho: indicador de acumulación porcentual de impacto.

Y al finalizar la gráfica, es importante agregar una descripción de la situación que se está analizando.

De esa manera, podrás notar de manera visual, rápida y eficaz, cómo afecta la regla al proceso que estás estudiando. Y en función de ello puedes establecer una serie de medidas objetivas para optimizar los procesos.

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Como consecuencia, la empresa comenzará a percibir un aumento considerable en la productividad. Pues habrás encontrado la aguja en el pajar, que por supuesto se logra, removiendo la paja.