El capital extranjero es el milagro que sacó de la pobreza a 850 millones de chinos a principios de este siglo. Ahora, dos décadas después, el atractivo de las marcas occidentales que invierten en el mercado chino parece haberse minimizado, o al menos eso demuestra una encuesta de la Cámara de Comercio de la Unión Europea (CCUE) realizada en el país asiático.
Según la agencia, consultaron con 372 empresas que operan en China desde el Viejo Mundo, y el 23 por ciento de ellas admitió que estaba considerando trasladar inversiones actuales o futuras fuera de China.
¿Por qué está ocurriendo este cambio de paradigma?
Esta tendencia no solo está afectando a las marcas europeas, Apple también es una de las empresas que recientemente confirmó que busca alternativas para potenciar su actividad industrial fuera de China, que al fin y al cabo se produce en el país asiático donde más del 90% es producido. Dispositivos que la compañía estadounidense vende en todo el mundo.
Apple descubrió que una de las razones de esta decisión fueron las recientes restricciones de salud vigentes durante el brote de COVID-19 en regiones clave como Shanghái, combinadas con problemas anteriores como la escasez de energía y semiconductores.
Según la investigación de CCUE, esta preocupación parece estar afectando significativamente a varias empresas en China. Las ganancias de las empresas industriales extranjeras que operan en el país asiático cayeron un 16,2% de enero a abril de 2022, según un informe separado de la Oficina Nacional de Estadísticas de China compilado por Bloomberg.
Sin embargo, las restricciones relacionadas con la pandemia no son la única razón por la que China ha perdido su atractivo para los inversores extranjeros. El 46 % de los encuestados dijo que el aumento de los costos laborales era una preocupación apremiante, el 42 % también mencionó la desaceleración de la economía china y el 30 % mencionó las barreras de acceso al mercado como el mayor obstáculo.
Mientras tanto, según el South China Morning Post, varias empresas europeas dijeron que estaban preocupadas por el entorno empresarial cada vez más politizado de China, la desigualdad del mercado y la regulación ineficiente.
Las empresas locales sufrieron un revés similar, con una caída de las ganancias del 8,5 % en abril de 2022, el peor resultado desde abril de 2020, según la Oficina Nacional de Estadísticas de China.
¿Hacia dónde van las marcas occidentales?
Si bien solo están trabajando en eso en este momento, las empresas encuestadas también compartieron información sobre las regiones en las que realizarán reubicaciones de la industria si se van. El 16% de ellas afirmó que buscaría un destino cercano en otro país del sudeste asiático, y el 18% dijo que planteaban trasladarse a alguna otra región de Asia o del Pacífico.
Sorprendentemente, el 19% de las corporaciones aseguró que, de marcharse de China, traerían de vuelta sus industrias a Europa. El 12% recalcó que el destino preferido sería América del Norte y el 11% el sur de Asia.