Para gestionar correctamente un proyecto, en efecto debemos conocer su naturaleza, sus características y el objetivo macro del mismo. Pero todo esto varía, pues existen diversos tipos de proyectos, y en cada uno, la perspectiva de gestión ha de ser diferente.
Es interesante que la clasificación dentro de esta rama también es extensa. Sobre todo porque los proyectos cuentan con una gran variedad de agentes que intervienen, al igual que un conjunto de circunstancias particulares que en efecto logran la diferenciación.
Para ver con más detalle qué significa todo esto y entender cómo podemos clasificar los proyectos, pasemos a desglosar sus partes elementales.
¿Cómo se clasifican los proyectos?
Los tipos de proyectos se pueden clasificar dependiendo de varias de sus características. Incluso pueden considerarse detalles del contexto, propósito y hasta los agentes que participan activamente en ellos.
Pudiendo ser:
- Según los entregables
- Según el plazo de tiempo
- De acuerdo a la dimensión
- Por la ubicación o alcance
- Tipo de financiamiento
- Por la industria
- Otros
Según los entregables
- Construcción
- Software
- Mantenimiento
- Diseño
- Eventos
- Investigación
- Productos y servicios
Proyectos según el tiempo
- Corto plazo
- Mediano plazo
- Largo plazo
De acuerdo a la dimensión
- Pequeños
- Medianos
- Grandes
- Megaproyectos
Proyectos por alcance
- Locales
- Regionales
- Nacionales
- Internacionales
- Globales
Según el tipo de financiamiento
- Públicos
- Privados
- De colaboración mixta
Proyectos de acuerdo a la industria
- Construcción
- Ingeniería
- Ambiente
- Energía
- Legal
- Sanidad
- Finanzas
- Educación
- Otros
¿Por qué es necesario identificar los tipos de proyecto?
Aprender a reconocer los tipos de proyectos te permitirá entender el comportamiento del mismo, lo que demanda y el tipo de recursos que debes tener para llevarlo a cabo. Además, dependiendo del tipo en el que trabajes, el personal que te acompaña tendrá ciertas características particulares.
Por ejemplo, no puedes gestionar de la misma manera un proyecto de financiación pública de alcance local como si se tratara de un proyecto largoplacista de capital privado con miras a un alcance global.
El nivel de experticia del equipo de trabajo, el tipo de desafíos a enfrentar, las herramientas de gestión que han de implementarse son superiores en el segundo caso. Asimismo, cada proyecto debe ser estructurado y organizado dentro de marcos congruentes.
De esta manera, al entenderlos mejor, podemos gestionarlos con mayor eficiencia y al final lograr los objetivos propuestos.
¿Cuáles son los errores comunes en la clasificación de proyectos?
Al evaluar y clasificar un proyecto, es común pasar por alto alguna característica o incluso confundirla con las atribuidas a otro de los tipos. Cuando esto sucede, suele catalogarse de manera equivocada, fomentando de esa manera, el manejo incorrecto de los recursos y criterios.
Mientras no seamos capaces de identificar qué tipos de proyectos estamos atendiendo, será más difícil implementar medidas que favorezcan al desarrollo del mismo. La especificidad del asunto es la clave para focalizar esfuerzos y reducir el margen de error.