La programática de marketing no solo está evolucionando sino que está siendo redefinida en tiempo real. Si bien es cierto que 2025 trae consigo nuevos retos, la realidad es que también muchas oportunidades surgen en un entorno de cambios acelerados, en la que conceptos como personalización, privacidad y optimización ya no son solo tendencias, sino elementos esenciales para el crecimiento y éxito; es en este margen de evolución que la programática se convierte en el mejor aliado.
Ante la desaparición de las cookies de terceros y el auge de importancia en las regulaciones de privacidad, las marcas se tienen el reto de replantear sus estrategias para construir relaciones más directas con sus consumidores. Estamos hablando de un momento crítico pues quienes logren adaptarse rápidamente e integrar tecnologías avanzadas, como la inteligencia artificial (IA), no solo superarán estos desafíos, sino que también marcarán una profunda diferencia con respecto a sus competidores.
De la misma forma que el comienzo del 2025 nos deja claro que hay que evolucionar, también debemos tener muy presente que la programática ya no puede ser vista como un proceso meramente mecánico o automatizado. El futuro de la programática está en su capacidad de generar insights profundos y accionables en tiempo real, esto gracias a la combinación con soluciones de IA avanzadas; en conjunto – programática e inteligencia artificial – no solo optimizan campañas, sino que también permiten a las marcas navegar en un entorno que cambia a cada instante.
Retos clave del ecosistema actual
La gestión multicanal y la creación de experiencias del consumidor sin fisuras representan uno de los grandes retos de la programática en 2025. Las audiencias actuales interactúan con las marcas a través de múltiples plataformas y dispositivos, lo que exige una integración perfecta de datos para ofrecer una experiencia consistente y relevante. Según el Boston Consulting Group (BCG), el 80% de los consumidores espera experiencias personalizadas a lo largo de todos los puntos de contacto, lo que obliga a los anunciantes a coordinar sus esfuerzos de marketing en entornos como redes sociales, TV conectada (CTV), dispositivos móviles y canales offline. Sin embargo, lograr esta integración requiere tecnologías avanzadas de gestión de datos y una estrategia unificada que priorice tanto la relevancia como la privacidad del usuario.
Otro reto relevante es la creciente demanda de experiencias de marca inclusivas y diversas. Los consumidores valoran cada vez más las iniciativas de diversidad e inclusión en las marcas, influyendo en sus decisiones de compra. Las empresas deben esforzarse por reflejar estos valores en sus campañas publicitarias para conectar auténticamente con sus audiencias. Datos de Kantar indican que las iniciativas de diversidad e inclusión de una marca influyen en las decisiones de compra de casi 8 de cada 10 personas a nivel mundial.
Finalmente, la programática de audio y video está ganando terreno rápidamente como uno de los segmentos más dinámicos y prometedores de la industria. Plataformas como podcasts, servicios de streaming y videos en formato corto ofrecen nuevas oportunidades para los anunciantes que buscan captar la atención de audiencias hiperconectadas. La programática en estos formatos permite una segmentación precisa y una optimización en tiempo real, pero también presenta desafíos relacionados con la medición del impacto y la creación de contenido que resuene en un entorno saturado. Según eMarketer, la programática de audio crecerá un 23% interanual, mientras que la programática de video alcanzará un 65% de todo el gasto en publicidad digital para 2025.
En este contexto, la programática está en una etapa crítica de evolución que exige a las empresas no solo adaptarse rápidamente a las nuevas tecnologías, sino también alinearse con las expectativas sociales y culturales de sus consumidores. Los retos del 2025 serán superados por quienes sepan integrar innovación tecnológica con estrategias inclusivas y sostenibles.

El dúo dinámico del 2025: IA + programática
La evolución de la programática está intrínsecamente ligada al avance y aplicación de la inteligencia artificial ya que juega un papel protagónico en la configuración de las estrategias de marketing. De ahí que los marketer debemos de empezar a dejar de ver a la IA como una herramienta complementaria, para más bien entenderla como el eje central que transformará cada aspecto del proceso programático.
En primera instancia, a través del análisis de patrones de datos masivos, la IA puede identificar audiencias con una probabilidad significativamente mayor de conversión, optimizando así el presupuesto, lo cual permite a la programática mejorar su impacto. Según PwC, las empresas que adoptan IA en sus estrategias de marketing tienen en promedio un amuento del 30% en la eficiencia de sus campañas.
Herramientas como albert AI de Zoomd, no solo gestionan y optimizan campañas, sino que también generan piezas creativas basadas en datos en tiempo real, permitiendo adaptar los mensajes según las preferencias cambiantes de los consumidores y del canal.
Por su parte el uso de IA para la creación de «gemelos digitales» en programática está cambiando por completo las regls del juego, pues se tratan de representaciones virtuales de audiencias específicas que permiten simular cómo diferentes grupos reaccionan ante determinados anuncios antes de que las campañas sean lanzadas. Esto reduce significativamente el margen de error y maximiza el retorno de inversión publicitaria.
Una visión hacia 2025 y más allá
Mirando hacia el futuro, la convergencia de la inteligencia artificial y la programática promete resolver muchos de los retos más complejos que enfrenta la industria hoy en día. Por ejemplo, en la gestión multicanal, la IA puede integrar datos provenientes de diferentes plataformas en tiempo real, permitiendo a las marcas ofrecer experiencias sin fisuras en todos los puntos de contacto. Según un informe de McKinsey, las empresas que utilizan IA para optimizar sus estrategias multicanal han logrado un incremento del 15% en la retención de clientes.
En cuanto a la demanda de experiencias inclusivas y diversas, la programática impulsada por IA permite identificar microsegmentos dentro de audiencias amplias, asegurando que los mensajes publicitarios reflejen valores y perspectivas variadas. Esto no solo mejora la relevancia del contenido, sino que también refuerza la conexión emocional con los consumidores. Datos de Kantar revelan que las campañas que priorizan la inclusión tienen un 25% más de probabilidades de generar un impacto positivo en la intención de compra.
La programática de audio y video también se beneficia enormemente de la IA. La capacidad de analizar patrones de escucha y visualización en tiempo real permite que los anunciantes ajusten sus estrategias para maximizar el engagement. Según eMarketer, el 75% de las empresas que adoptaron IA en su programática de video reportaron un aumento significativo en la efectividad de sus campañas.
Más allá de 2025, el verdadero potencial de la programática y la IA radica en su capacidad para anticipar el futuro. Con el avance del aprendizaje profundo y las redes neuronales, podrán predecir cambios en el comportamiento del consumidor antes de que ocurran, permitiendo a las marcas no solo reaccionar, sino liderar en un mercado en constante evolución.
En definitiva, el destino de la programática está estrechamente ligado a su colaboración con la inteligencia artificial. Juntas, estas tecnologías ofrecen un camino hacia un futuro publicitario más personalizado, inclusivo y eficiente. Este es el momento para que las marcas adopten estas herramientas de manera estratégica, asegurándose de estar no solo a la altura de los desafíos actuales, sino también preparadas para liderar el cambio en los años por venir. Para conocer aprovechar todo el poder de la programática e inteligencia artificial, visita:https://zoomd.com/es/