Cuando una decisión de marketing resulta en un engaño con el fin de favorecer los intereses individuales u organizacionales sobre otros individuos, grupos u organización, es considerado un fraude. El fraude es cualquier tipo de comunicación que engañe, manipule u oculte información con el fin de impresionar. Puede ser considerado un crimen, y las sentencias de culpabilidad resultan multas, prisión o ambas cosas.
Tu anuncio es considerado una publicidad engañosa cuando incluye afirmaciones o declaraciones exageradas acerca de un producto o empresa que no puedan ser comprobados. Cuando tienen una comunicación ambigua, es decir, el lector o escucha deben inferir el mensaje pretendido del anunciante.
También se considera engañosa cuando las etiquetas del producto tienen información falsa o engañosa referente al contenido, cuando colocan promociones con precios que aparentemente es el costo real, pero tienen las letras muy pequeñas para explicar o tratan de confundir al momento de comprar.
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Fuente: O.C. Ferrel/ Michael D. Hartline (2014). “Estrategia de Marketing” (Quinta edición). México: Impreso en Cosegraf.