Tras aplastar 5 a 0 al Inter de Milán, el París Saint-Germain (PSG) no solo conquistó su primera UEFA Champions League, sino que consolidó aún más una marca ya globalmente reconocida. Pero más allá de la gloria deportiva, el verdadero triunfo del PSG se mide también en términos de negocios y marketing, transformándose en una referencia mundial dentro y fuera del campo.
En 2011, Qatar Sports Investments (QSI) adquirió el club parisino, en una movida que inicialmente pasó desapercibida. Bajo el liderazgo de Nasser Al-Khelaïfi, ex tenista y empresario catarí, el club experimentó una metamorfosis financiera y estratégica impresionante. La inversión de más de 1,600 millones de euros en fichajes y salarios, y la ambición de atraer talento mundial, marcaron un nuevo rumbo.
Nike y Qatar Airways partners clave en el fortalecimiento del equipo.
Nike ha sido pieza clave en esta transformación. Desde 1989 ha vestido al PSG, pero fue en 2019 cuando su alianza alcanzó cifras récord de aproximadamente 80 millones de euros anuales. Este acuerdo reafirmó al PSG como una potencia comercial y permitió su entrada en mercados globales. En paralelo, la alianza estratégica con Qatar Airways desde 2022 reforzó vínculos internacionales, especialmente con Catar, aumentando aún más la visibilidad del club.
La estrategia ha sido clara: convertir al PSG no solo en un equipo de fútbol exitoso, sino en una marca lifestyle. La ciudad de París, epicentro de la moda y cultura global, jugó a favor de esta visión. Hoy, vestir la camiseta del PSG no es solo apoyar un equipo, sino expresar identidad y estilo. Colaboraciones como la emblemática alianza con la marca Jordan lograron fusionar fútbol y moda urbana, generando ventas multimillonarias y posicionando al club en segmentos inéditos del mercado.
La llegada de estrellas internacionales como Neymar, Messi y Mbappé no fue un simple capricho deportivo, sino una decisión estratégica para multiplicar ingresos. Neymar llegó por 222 millones de euros en 2017, cifra récord que generó ingresos adicionales superiores a los 200 millones en merchandising en el primer año. Messi, aunque breve en su paso, aportó una explosión mediática global que potenció las ventas de camisetas y patrocinios, incrementando la valoración del club, estimada hoy en más de 3,000 millones de dólares.
En cuanto al valor de su plantilla actual, supera los 1,000 millones de euros, según Transfermarkt. El club, pese a desprenderse de figuras legendarias, sigue captando jóvenes promesas y talentos consolidados como Bradley Barcola y Gonçalo Ramos, manteniendo un equilibrio financiero que asegura estabilidad futura.
El Parc des Princes, estadio del PSG desde 1973, también ha sido clave en su estrategia comercial. Renovado en 2016, el recinto ofrece una experiencia premium a más de 48,000 espectadores, generando ingresos por matchday que alcanzaron alrededor de 60 millones de euros en temporadas recientes. No es solo un estadio, es un activo estratégico del club.
La presencia digital del PSG es otra de sus fortalezas. Con más de 100 millones de seguidores globales en redes sociales, la estrategia digital del club incluye contenido exclusivo, interacciones en tiempo real y campañas emocionales como «We Are Paris». Estas acciones fortalecen el vínculo con fans globales, aumentando las ventas de merchandising y ampliando la base de patrocinadores.

PSG es un estilo de vida.
Además, PSG no solo vende productos deportivos. Sus colaboraciones artísticas, como las realizadas con el rapero británico Central Cee o el artista contemporáneo Daniel Arsham, convierten al club en un referente cultural y amplían su audiencia más allá del fútbol tradicional.
Tanto fue el impacto, que Kantar, agencia líder en insights, salió a preguntar a los mexicanos quien sería el equipo que levantaría la orejona. El 56% de los mexicanos se encuentran celebrando el triunfo del PSG.
En México, como buenos pamboleros, el 90% de los mexicanos disfrutó de este gran partido, de los cuales el 34% se declaran fanáticos de la Champions League, mientras que el 57% solo ve los partidos más relevantes del torneo.
Esta final de la Champions sirvió como un pretexto más para reunirse con amigos y familia. El 68% tuvo como finalidad ver el partido para socializar, mientras que el 64% realmente quería ver el partido, además de que entre los hombres (75%) el interés por el juego es mucho mayor que entre las mujeres (53%).
El punto de reunión de los mexicanos para ver una final histórica, ya que nunca un equipo había ganado el título con cinco goles de diferencia, fue el hogar, con una preferencia del 68%, mientras que solo el 12% disfruto del partido en bares. Además el gastó para este ocasión fué entre $500 y $1000 pesos.
En definitiva, el éxito del PSG no es solo deportivo. Su verdadero triunfo está en su visión de negocio, capaz de transformar una entidad deportiva en una poderosa marca global. Con estrategias claras y ejecución impecable, el PSG demuestra que en el fútbol moderno el éxito se mide tanto en goles como en innovación y marketing.