Nokia es considerada una de las compañías más importantes en el desarrollo de tecnología de comunicación. Aunque su presencia en el mercado B2C actual no es precisamente la más fuerte, es indiscutible que su participación en las primeras apariciones de los dispositivos celulares y de telefonía corporativa fue de las más contundentes.
Sin embargo, con el paso del tiempo, el nombre de Nokia fue más “recordado” que anhelado, lo que llevó a la empresa finlandesa a tomar nuevas decisiones. Recientemente en el Mobile World Congress, celebrado en Barcelona, Nokia reveló su nueva identidad gráfica y expresó su nuevo propósito organizacional. Nokia ha vuelto.
Con una simplificación de su logo, en el que la clásica tipografía es alterada, y el icónico azul, desplazado, Nokia presenta un logotipo moderno que refleja un enfoque más amplio, sofisticado e innovador dentro de las áreas tecnológicas.
Además, con un color blanco en el logo, ha demostrado una serie de backgrounds con distintas tonalidades y gradientes que representan su verdadero objetivo.
Nokia ya no se centrará en el desarrollo de tecnología móvil, sino que pretende abordar la nueva necesidad de tecnología de punta para el sector empresarial. El surgimiento del metaverso, los avances del 5G y el resto de nuevas tecnologías ameritan aliados fuertes, y la robustez y la eficacia de Nokia es perfecta para ello.
Ahora el enfoque es B2B, pero siendo una compañía como Nokia, no podría ofrecer un nivel de soporte convencional. En el mismo evento, la empresa anunció su fuerte interés por invertir en el desarrollo de tecnologías incluso más avanzadas, como lo es el 6G.
Todo apunta a que esta transformación de marca y de propósito traerá grandes avances e impulsará el desarrollo tecnológico desde una perspectiva que solo gigantes como Nokia pueden aportar.