¿Hace cuánto que escuchas el término comunicación no verbal?

Pero ¿Sabes cómo aplica realmente en tu cotidianidad?

¡No te preocupes! Hoy tú y yo daremos un pequeño (pero enriquecedor) paseo por esta fascinante área de la comunicación. Y además te dejaré una lista de tips para que comiences a utilizarla cuanto antes.

¡Pasemos a ello!

¿Cuándo nace la comunicación no verbal?

¡Es curioso! Antes de los idiomas, ya el hombre se comunicaba; sonidos, gestos y expresiones era lo que constituía el mensaje. Aun cuando no había palabras, la idea era transmitida e interpretada con fluidez.

En ese sentido, resulta imposible decir exactamente cuándo nace la comunicación no verbal. Podrías apuntar, que su origen se remonta a la existencia misma del hombre; forma parte de nuestra esencia como especie.

Por lo tanto, es imposible prescindir de ella. De hecho, el no querer expresar nada, también es una forma de expresar.

¿Qué es la comunicación no verbal?

Una manera de plantearlo sería, el proceso de transmisión, recepción, interpretación y respuesta de mensajes, sin el uso del habla. Y aunque suene un poco alocado, en realidad nuestras palabras comprenden solo el 7% de la contundencia en un mensaje.

Es decir, el otro 93% de la fuerza de un mensaje se constituye por otras variables personales como:

  • Entonación
  • Lenguaje corporal

Por su parte, Albert Mehrabian, el pionero en esta área de estudio afirmó que cuando hablas personalmente con alguien, cerca del 65% del mensaje no tiene nada que ver con las palabras. De aquí el hecho, de que en las relaciones tanto personales como profesionales, existan malas interpretaciones de lo que se dice.

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Por ejemplo, cuando un empleado afirma que determinada tarea “no se puede realizar”, la comunicación no verbal puede contextualizar el mensaje en escenarios de:

  • Desmotivación
  • Pereza
  • Angustia
  • Curiosidad
  • Innovación
  • Ira
  • Depresión
  • Otros

¿Cuáles son los elementos de la comunicación no verbal?

Podría decirse que todo lo que comprende el mensaje, pero que no está relacionado con las palabras, son elementos de la comunicación no verbal. Aun así, pasemos a categorizarlos:

  • Expresiones corporales y faciales
  • Ademanes
  • Postura corporal
  • Paralenguaje
  • Distancia entre interlocutores
  • Indumentaria
  • Háptica

Cada uno de ellos actúa en conjunto y debe estudiarse como un todo. De hecho, uno de los errores más comunes es leer un manual de lenguaje corporal e intentar filtrar los mensajes de nuestros interlocutores con señales aisladas.

Para aprender a descifrar estas partes del mensaje, te sugiero comenzar a leer el material de expertos como Allan Pease. Desarrolla una observación aguda e identifica cada señal tanto por separado como en conjunto; aprende a tomar apuntes y a relacionar lo que percibes con lo que escuchas.

Así mismo, profundiza en las posturas de poder y cómo reforzar la intención del mensaje que deseas transmitir. Necesitarás observación y práctica.

Recuerda, aprender sobre la comunicación no verbal puede ayudarte a mejorar tus relaciones y a escalar a nivel profesional. Pero aléjate de la manipulación y sé íntegro en tu mensaje; si dominas estos elementos, sin duda encontrarás formas creativas de sacarle provecho.