Durante la pandemia, las aplicaciones de rastreo anti covid tenían como objetivo convertirse en herramientas esenciales para alertar si se ha estado en contacto cercano con alguien que haya dado positivo por COVID-19. Sin embargo, su poca utilización entre la ciudadanía provocó un completo fracaso en algunos países, como España.
Nombre de la aplicación
El nombre de la aplicación debe causar impacto. Según la opinión de Rolando Smeets, experto en marketing digital de Adviesjagers.nl, su correcta elección crea una diferenciación, aumenta la reputación y acelera el ritmo de crecimiento. Desafortunadamente, muchos creadores plantean nombres parecidos a otros y provocan confusión entre los consumidores. En Países Bajos, concretamente en Holanda, se creó COVID RADAR, una plataforma que confundió a los españoles. Desde junio de 2020, muchos usuarios descargaron esta app con la idea de que se trataba de la plataforma española.
El Gobierno de España y la Secretaría de Estado de Digitalización e Inteligencia Artificial lanzaron la aplicación RADAR COVID para contribuir a detectar posibles contagios del SARS-CoV-2. Sin embargo, la promoción de esta app holandesa de rastreo anti covid hizo que los usuarios españoles terminen desconcertados.
Al respecto, uno de los usuarios mencionó que es poco profesional “lanzar la aplicación en España en una lengua foránea y poco conocida”. La inadecuada promoción del proyecto ocasionó muchos de estos comentarios negativos.
Aplicación mal promocionada
Actualmente hay más de 4,3 millones de aplicaciones en App Store y más de 2,9 millones en Google Play Store. Cuando la competencia es muy grande debemos reforzar las estrategias de promoción. La app necesita presencia en línea para que los usuarios conozcan su legitimidad. Las redes sociales permiten conectarse con su audiencia a través de dos formas: la promoción orgánica y pagada. En la promoción orgánica utilizamos páginas de Facebook y perfiles de Twitter o Instagram, mientras que la promoción pagada requiere anuncios en otras plataformas.
RADAR COVID no tuvo suficiente publicidad durante su lanzamiento. Las autoridades y administraciones competentes no destinaron mensajes amplios sobre la importancia de utilizar esta herramienta digital. Por lo tanto, los usuarios desconocían los beneficios.
Eficacia de la aplicación
Los datos proporcionados por la app provocaron desconfianza entre los pocos usuarios que utilizaban RADAR COVID. Según investigadores de la Universidad de Oxford, para que una aplicación móvil realmente sea efectiva debería ser usada por al menos un 60 % de la población. En este caso, la plataforma solo rastrea 32.000 contagios de entre 1,6 millones de descargas.
Más allá de la cantidad de descargas, cuando los datos no son exactos es complicado valorar si la aplicación es eficaz o no, ya que solo muestra información relativa de lo que realmente necesitamos para frenar la expansión del virus. Además, las apps deben contar con medidas de confidencialidad de datos y respetar la privacidad de los usuarios para garantizar la transparencia en su uso.