Según el Banco Mundial, la inflación mundial seguirá aumentando hasta 2024. En el caso de Perú, la inflación medida por el índice de precios al consumidor (IPC) fue de 1,13% en abril del año pasado y ha subido 8,62% en los últimos 12 meses, según un informe del Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI).
Esta situación sugiere que el futuro de las marcas será complicado, ya que los patrones de gasto de los consumidores pueden estar a punto de verse afectados. Eso es lo que dijo el director ejecutivo de JPMorgan, Jamie Dimon, en una conferencia, advirtiendo sobre la llegada de un «huracán».
“Ahora mismo las cosas están soleadas, las cosas están bien”, señaló, apuntando a que parece que los reguladores del mercado estadounidenses creen que podrán controlar la situación. “El huracán está ahí a la vuelta de la esquina viniendo en nuestra dirección”, alertó, haciendo referencia a la subida de tipos de interés en Estados Unidos, la guerra en Ucrania y la inflación creciente.
El mercado no está listo y la gente «escribirá esto en los libros de historia de 50 años». Según Dimon, lo que está por venir no será exactamente como la crisis de 2008, pero tampoco será color de rosa.
Lo que sucede en el Perú
Según el último informe de Omnicom Media Group (OMG), «1000 Peruanos Dicen», el aumento del costo de vida y el contexto político y socioeconómico han tenido un impacto severo en el Índice de Confianza del Consumidor Peruano (ICC).
Según el informe, las principales preocupaciones de los peruanos son el aumento de los precios (79 %), el precio de los combustibles (70 %), el aumento de la inseguridad ciudadana (68 %), la falta de empleo (65 %) y los precios de los peajes (62 %). La pandemia era el tema principal hace seis meses y ahora es el último (42%).
Producto de estas preocupaciones, los peruanos tienen dificultades para cubrir sus necesidades básicas. El 31% garantiza que llegarán «justo» a fin de mes, y solo el 2% ahorra mucho dinero a fin de mes.
Como resultado, el 74% de los peruanos encuestados dijo estar preocupado (frente al 67% en junio del año pasado), el 68% se sintió estresado y el 63% se sintió emocionalmente cansado. Solo el 31% se sintió relajado.