Las zapatillas dejaron de ser un simple accesorio para convertirse en una pieza clave del día a día. Ya sea que las uses para entrenar, caminar largas distancias o simplemente para estar cómodo en tu rutina diaria, elegir un calzado adecuado puede marcar la diferencia en términos de confort, rendimiento y salud.
El mercado ofrece una gran variedad de modelos, cada uno diseñado para diferentes tipos de actividad. Sin embargo, no todas las zapatillas de alto rendimiento cumplen con los mismos estándares, por lo que es fundamental saber en qué aspectos fijarte antes de hacer una compra.
Como hoy en día invertir en calzado puede ser costoso, en esta nota, te contamos cómo elegir las mejores zapatillas para satisfacer tus necesidades, asegurándote de que tu inversión valga la pena y de que tu calzado te brinde el soporte adecuado para cada actividad.
Cómo seleccionar las zapatillas de running adecuadas
Si corrés con frecuencia, sabés que el calzado correcto puede marcar la diferencia entre un buen entrenamiento y una lesión. Las zapatillas de running deben adaptarse a tu pisada, la superficie donde corrés y la intensidad de tu actividad. Uno de los errores más comunes es elegir las zapatillas solo por su diseño. Si bien el estilo es importante, la prioridad debe ser el soporte y la amortiguación.
Modelos como las Yeezy QNTM, las Nike Air Zoom Pegasus y las Adidas Ultraboost combinan tecnología de alto rendimiento con un diseño moderno, ofreciendo excelentes opciones para quienes buscan un calzado versátil que se adapte tanto al running como al uso urbano.
También es clave considerar tu tipo de pisada. Existen tres tipos principales: pronadora, supinadora y neutra. Para saber cuál es la tuya, podés hacer un análisis en una tienda especializada o consultar a un especialista. Es probable que si elegís una zapatilla que no se adapte a tu pisada, te genere molestias e incluso lesiones a largo plazo.
Otro aspecto importante es la amortiguación. Si corrés sobre asfalto, necesitás un modelo con una buena absorción de impactos, pero si solés hacerlo en terrenos irregulares, es mejor que optes por una zapatilla con mayor estabilidad y agarre. Asegurate también de que la suela tenga un buen nivel de tracción para evitar resbalones y mejorar el impulso en cada zancada.
La importancia de elegir bien las zapatillas de entrenamiento
Si realizas entrenamientos de alta intensidad, crossfit o cualquier otra actividad que combine fuerza y cardio, tus zapatillas deben brindarte estabilidad y soporte. Insistimos en este punto: si el calzado inadecuado, puede afectar tu rendimiento y aumentar el riesgo de lesiones.
A diferencia de las zapatillas de running, las de entrenamiento deben tener una suela más firme y plana. Esto proporciona un mejor contacto con el suelo, lo que es clave para movimientos como sentadillas, levantamiento de pesas y ejercicios de agilidad.
Otro aspecto a considerar es la sujeción. Buscá un modelo que se ajuste bien al pie sin apretar demasiado, permitiendo que el tobillo tenga estabilidad sin restringir el movimiento natural. Algunos modelos cuentan con refuerzos laterales que mejoran la seguridad en ejercicios que implican cambios bruscos de dirección.
Variantes como las Nike Metcon o las Reebok Nano están diseñados específicamente para brindar estabilidad en entrenamientos de alta intensidad, evitando torceduras y proporcionando un mejor control en movimientos laterales. Además, la transpirabilidad es un punto fundamental.
Las sesiones de entrenamiento suelen ser intensas y generan calor, por lo que un material que permita la correcta ventilación evitará la acumulación de humedad y reducirá el riesgo de ampollas o irritaciones. Optá por tejidos ligeros y flexibles que favorezcan la comodidad durante todo el entrenamiento.
Criterios para escoger zapatillas de gimnasio
Si vas al gimnasio regularmente, seguramente necesitás un calzado versátil que te permita realizar diferentes tipos de ejercicios. Las zapatillas de gimnasio deben ofrecer un equilibrio entre amortiguación, estabilidad y flexibilidad para que puedas moverte con comodidad en cada rutina.
Uno de los factores más importantes es la suela. Debe ser resistente, con buen agarre y un diseño que favorezca la estabilidad en superficies lisas. Modelos con suela plana y ligeramente rígida son ideales para entrenamientos de pesas, mientras que opciones con mayor amortiguación funcionan mejor para ejercicios aeróbicos o clases de alta intensidad.
También es clave el ajuste. Elegí un modelo que se adapte bien a tu pie sin generar presión en ninguna zona específica. Asegurate de probarlas con medias similares a las que usás en tus entrenamientos para evitar que te queden demasiado ajustadas o sueltas.
Finalmente, considerá la durabilidad. El uso frecuente en el gimnasio puede desgastar rápidamente el calzado, especialmente si hacés ejercicios de impacto o movimientos explosivos. Buscá materiales resistentes y costuras reforzadas que prolonguen la vida útil de tus zapatillas.
Zapatillas para el día a día: comodidad sin sacrificar tu estilo
Si bien las zapatillas de alto rendimiento están diseñadas para el deporte, muchas marcas han desarrollado modelos que combinan tecnología y estética para el uso diario. Si pasas muchas horas de pie o caminas largas distancias, elegir un calzado ergonómico es esencial para evitar fatiga y molestias. El primer punto a considerar es la amortiguación.
Las suelas con tecnología de absorción de impactos reducen el estrés en las articulaciones y previenen el cansancio excesivo. Modelos como las Asics Gel-Nimbus, que incorporan gel en la entresuela para una mayor absorción de impactos, o las Nike React Infinity Run, con espuma reactiva para un retorno de energía óptimo, son una gran opción para quienes buscan comodidad extra.
Otro factor importante es la flexibilidad. Las zapatillas rígidas pueden generar incomodidad si las usás durante todo el día, así que optá por modelos con suelas flexibles que se adapten a tu pisada natural. Esto es especialmente importante si trabajás en un ambiente donde necesitás moverte constantemente.
Las New Balance Fresh Foam Roav, por ejemplo, cuentan con una suela ligera y flexible que brinda confort sin sacrificar estabilidad, ideal para largas jornadas de actividad. Finalmente, no dejes de lado el diseño. Las zapatillas urbanas han evolucionado en términos de estilo, permitiéndote combinarlas con diferentes outfits sin perder confort.
Marcas como Adidas, Nike o Puma ofrecen modelos con tecnología deportiva que se adaptan perfectamente a la rutina diaria. Un gran ejemplo son las Adidas NMD R1, que fusionan un diseño moderno con una entresuela Boost para garantizar comodidad y amortiguación durante todo el día.
Cómo cuidar tus zapatillas para prolongar su vida útil
Invertir en un buen par de zapatillas de alto rendimiento no sirve de nada si no las cuidás. El mantenimiento puede hacer que duren más tiempo y conserven su funcionalidad.
Uno de los errores más comunes es no limpiarlas con regularidad. La suciedad acumulada puede deteriorar los materiales y afectar la transpirabilidad del calzado. Para mantenerlas en buen estado, limpialas con un paño húmedo y, si es necesario, usá un cepillo suave para eliminar la suciedad de la suela.
También es importante dejarlas secar correctamente. Si tus zapatillas se mojan, no las expongas directamente al sol ni las pongas en la secadora, ya que el calor puede deformar los materiales. Lo mejor es dejarlas secar al aire en un lugar bien ventilado.
Finalmente, rotá su uso. Si usás el mismo par todos los días, se van a desgastar mucho más rápido. Alterná entre distintos modelos según la actividad que realices para prolongar su durabilidad y mantener su estructura en buenas condiciones.