Crear un empaque original y atractivo, es uno de los retos que enfrentan las empresas en cada lanzamiento de producto. Pero, cuando se trata de pequeños emprendedores, o microempresarios, este proceso es visto como un gasto innecesario.

¿Acaso si se trata de una idea incipiente, no valdría la pena lanzarla al mercado con todos sus atributos? ¿Comenzar desde abajo, significa ser mediocre al principio?

Pues a pesar de lo crudas que puedan sonar estas preguntas, sé que te acercarán a una realidad que quizás no hayas visto. Y con referencia al tema de hoy, déjame decirte que no importa en qué punto del plan te encuentres; si tu producto no cuenta con una presentación atractiva, quizás ni siquiera llegue a un anaquel.

Las cualidades de un producto son las que satisfacen las necesidades; la publicidad, es quien las difunde, pero el empaque… ¡El empaque vende!

Por qué ocuparse del empaque

Estoy seguro de que conocer los aspectos esenciales para crear un empaque es un buen punto de partida. Pero que en el trayecto puedes necesitar una orientación más detallada y hoy profundizaremos en ello.

Imagina que vas a un local comercial y en el anaquel existen 3 marcas de jugo; una de ellas en la clásica botella de vidrio con tapa metálica. La segunda, con la presentación rectangular de cartón que incluye el pitillo en la parte posterior; Pero la tercera, en forma de un Jet, donde se bebe directo de la punta frontal y cada sabor cuenta con un modelo de jet diferente.

¿Cuál crees que le gustará más a tu hijo?

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Aun cuando el contenido es el factor determinante de la calidad y la fidelización del cliente, el primer contacto es el que desencadena la compra inicial. En cierto punto, es un catalizador en el proceso de descubrimiento de una nueva marca.

Fórmula infalible

Si lo que buscas es una estrategia, una fórmula rápida que te permita enfocar tus recursos y crear un empaque fuera de serie, permíteme mostrártela:

Fórmula para crear empaque.

¿Por qué los productos vienen en cubos o botellas comunes?

Bueno, tal vez para reducir costos de manufactura, pero si una inversión en packaging multiplicara las ventas, ¿valdría la pena probar algo diferente?

En ese sentido, lo primero es dar rienda suelta al pensamiento creativo, imaginar formas que rompan estereotipos de embalaje. Y que por supuesto se asocien al mensaje del producto o la marca en sí.

Seguidamente, debes perfilar ese boceto según la funcionalidad del empaque. Es decir, si la idea es proporcionar una trasportación segura y una exhibición atractiva, ninguno de los dos fines debe pasarse por alto. Además, si el empaque puede tener usos paralelos para el usuario, pues mucho mejor.

Por otro lado, necesitarás de un diseñador gráfico, alguien que sea capaz de materializar una idea en algo concreto. Que a su vez exprese todo el potencial artístico e innovador de la marca, mientras que se sustenta en la lógica de fabricación.

Ya en este punto, se evalúan temas como ergonomía, materiales según el tipo de producto a embalar, costos de diseño y viabilidad de manufactura.

Toma esta fórmula, aplícala en tu proyecto y comienza a crear un empaque diferenciador de una vez por todas.