A medida que nos acercamos al Día de la Madre en varios países de Latam, nos hacemos conscientes de la increíble fortaleza y la resistencia que han demostrado las madres en todo lo que les ha tocado vivir el último año.
Todos estamos luchando por encontrar una nueva normalidad en medio de la pandemia de COVID-19, haciéndole frente a sentimientos de ansiedad e incertidumbre a diario, pero las madres están no solo luchando para encontrar algo de normalidad para ellas mismas, sino también para brindar cierta estabilidad a sus hijos y familias, sin espacio para dejarse ver vulnerables y experimentar sus propias preocupaciones personales. La pandemia de COVID-19 ha tenido un impacto en las mujeres de varias formas. Si bien muchas han tenido que arriesgarse a sí mismas y a sus familias para actuar en primera línea como trabajadoras esenciales, otras también tuvieron que asumir nuevas responsabilidades de educación en el hogar que les han impuesto cargas adicionales a su trabajo o las han llevado a dejar el mismo.
Según una encuesta global de Deloitte, «Casi siete de cada 10 mujeres experimentaron cambios negativos en su rutina como resultado de la pandemia de Covid-19 y creen que su progresión profesional se ralentizará». Sin embargo, a pesar de la multitud de adversidades y desafíos, las madres no vacilan. Mantienen unidas a familias y comunidades de formas nuevas y extraordinarias.
No importa cuál sea su situación, todas han tenido que hacer muchos cambios para enfrentarse la pandemia.
Madres que trabajan
Dado que en muchos hogares son las mujeres las principales proveedoras, estas mamás están apoyando sus niños a familiarizarse con el aprendizaje en línea mientras trabajan desde casa. La realidad es que a veces esto interfiere muchísimo con sus horarios de trabajo y rendimiento, por lo que se ven en la necesidad de trabajar más horas que antes. Esto, a su vez, pone más presión sobre el equilibrio entre el trabajo y la vida personal.
Madres que han tenido que dejar el trabajo o acortar horas de trabajo
En algunos casos, esta situación ha llevado a algunas mujeres a optar por dejar sus trabajos para cuidar a sus hijos. Según CNN, solo en septiembre de 2020 en Estados Unidos hubo 617,000 mujeres que dejaron la fuerza laboral, y aproximadamente la mitad de estas mujeres tenían entre 35 y 44 años. Estas decisiones afectan a largo plazo la carrera profesional de muchas mujeres.
Por otro lado, la reducción de las horas de trabajo que han tenido que hacer algunas madres para poder cuidar de sus hijos en la casa aumenta la brecha laboral entre hombres y mujeres. Esto significa que tendrán que renunciar a promociones o aumentos salariales que probablemente ya tenían planeados cuando trabajaban horas completas.
Madres que se han quedado sin trabajo
Muchas mujeres se vieron afectadas desde el principio de la pandemia, ya que muchos trabajos en diferentes industrias como, por ejemplo, el turismo, el comercio minorista y el entretenimiento tuvieron que cerrar y muchos de ellos contaban una fuerza laboral dominada por mujeres. La crisis económica, además ha complicado mucho la búsqueda de trabajo, lo que trae dificultades económicas para muchos hogares que contaban con el salario de la mujer. Esto trae no solo carencias materiales sino sentimientos de stress a todas esas madres al verse impedidas de poder contribuir y proveer a su familia como antes.
Madres aisladas
Si bien las madres que se quedan en casa están acostumbradas a estar con sus hijos, hoy, enfrentando la pandemia, se sienten más aisladas. Las restricciones impuestas por los gobiernos y el miedo al contagio las privan de hacer su rutina normal, hacer deporte como antes, o pasar tiempo con amigas o familiares. Esto les provoca ansiedad y tensión en las relaciones familiares.
Madres emprendedoras y expertas en soluciones digitales
Pero también hay buena noticias. La pandemia del coronavirus ha visto muchas mujeres emprendedoras que no solo se han abierto sus propios negocios, pero también han adoptado soluciones digitales. Este último año se han presentado muchos cambios, como la aceptación de modelos de trabajo remoto; aceleración en el uso de canales digitales; y una transición hacia interacciones digitales versus físicas. Todo esto tiene el gran potencial de nivelar el trabajo, especialmente para las mujeres.
Aun si hay multitud de adversidades y desafíos, las madres no se dan por vencidas. A más de 13 meses del inicio de la pandemia, ellas mantienen unidas a sus familias dando lo mejor de sí cada día, llenando sus hogares de amor, y sobre todo poniendo como prioridad la salud mental y desarrollo de sus hijos. No solo eso, muchas también aportan a sus comunidades de formas nuevas, preocupándose por los más necesitados y vulnerables.
En este próximo Día de La Madre pensemos en todos estos sacrificios y celebremos a todas las ejemplares madres que tenemos en nuestras vidas, que han demostrado ser valientes, resilientes y tener la mejor actitud frente a la adversidad.