El sector inmobiliario es uno de los que más afectados se ha visto por la pandemia y la posterior crisis económica. La disminución del poder adquisitivo ha provocado un fuerte receso en la compra venta de inmuebles. Por el contrario, el número de personas que optan por vivir de alquiler ha aumentado, y este tipo de transacción está en auge ya que es la forma más cómoda y económica de tener una vivienda, especialmente entre las personas más jóvenes.
Algunas de las causas para que este ámbito se haya visto tan afectado son la incertidumbre que se tiene respecto al futuro, las dificultades económicas que se están atravesando y las medidas sanitarias de seguridad, desde el cierre de empresas hasta la necesidad de mantener la distancia social.
La incertidumbre del sector
La pandemia ha cambiado considerablemente la forma de vivir y las necesidades de las personas. El mercado de compra venta de inmuebles se ha paralizadocasi por completo, mientras que las inmobiliarias se esfuerzan en mantener el valor de sus activos y analizar las posibilidades de futuroque se presentan.
Otro de los problemas a los que se ha enfrentado este sector han sido los cierres de negocios, ya sean temporales o definitivos. En algunos casos, han perdido por completo el alquiler que estos abonaban y en otros las propias empresas han decidido bajar el valor previo para conservar a los clientes que, durante la crisis y con la imposibilidad de desarrollar el negocio, no han podido hacer frente a los mismos gastos que antes de que llegara el COVID-19. Al margen de los locales que ya estaban vendidos o alquilados, también ha caído la búsqueda por parte de empresas de oficinasdonde establecerse ante el desconocimiento de cuándo se podrá volver a trabajar de forma presencial con total normalidad, sumándose a esto aquellos que han decidido implantar el teletrabajo de forma definitiva.
El sector de los bienes raíces se está adaptando
No obstante, el sector inmobiliario no tiene la posibilidad de morir, bien sea gracias a los alquileres particulares o a quienes han decidido durante la crisis sanitaria que querían vivir en otro lugarpor si la situación de confinamiento vuelve a repetirse, y, por lo tanto, han decidido adquirir un bien raíz en su lugar de preferencia. Sea como sea, siempre será un sector que se mantenga en movimiento.
Para darle solución al problema que se plantea cuando la gente, por restricciones o por miedo, no acude a las inmobiliarias o a ver los inmuebles de forma presencial, el sector inmobiliario se está adaptando a los cambios y opta por las nuevas tecnologías como forma de acercarse a los clientes. Por poner un ejemplo, LISTACASAS.COM es una de las webs que permite a quienes están buscando piso, casa, local o terreno, ya sea para comprar o alquilar, ver un amplio catálogo de opciones a través de internet, en un sistema en el que también se puede buscar intercambios de propiedades o, incluso, anunciar una propiedad de forma gratuita.
Disponer de bienes raíces o inmuebles aporta una seguridad a las personas de cara al futuro, y, además, supone una inversión que puede traer beneficiosa la larga. No obstante, las personas se están pensando muy bien cómo y dónde quieren tenerlos. Con la crisis y las restricciones, ha aumentado la búsqueda de casas en lugar de pisos. Por ejemplo, la búsqueda de casas en la zona 16 se ha convertido en la actualidad en una de las más frecuentadaspor aquellos que están buscando una nueva zona en la que establecerse.
Esto se debe a que ahora se aprecian más cosas a las que antes no se les daba tanta importancia, como que el inmueble cuente con un jardín y zonas exteriores ampliasdonde poder llevar a cabo actividades de la vida cotidiana como hacer deporte o, simplemente, para tener un lugar al aire libre del que disfrutar en caso de que sea necesario volver a un confinamiento domiciliario por culpa de la pandemia. Esto se da especialmente entre las personas que, teniendo la posibilidad de mudarse a una casa, han pasado esta crisis sanitaria y los momentos más duros de la pandemia en pisos o apartamentos mucho más incómodos y donde no podían hacer nada más allá que permanecer entre cuatro paredes.
En definitiva, a pesar de la forma tan dura en la que la pandemia ha afectado a este sector, es ahora probablemente uno de los mejores momentos para preguntarnos si vivimos donde queremos vivir, ya que ahora sabemos que la principal pregunta que debemos hacernos es: ¿Dónde me gustaría o dónde se me haría más llevadero pasar un nuevo confinamiento domiciliario?