Durante años, Disney+ apostó por una fórmula que parecía infalible: llenar su plataforma con más y más contenido original. Pero el exceso tuvo consecuencias. Esta semana, el CEO de The Walt Disney Company, Bob Iger, reconoció públicamente que esa estrategia no solo saturó a la audiencia, sino que afectó directamente la calidad de sus producciones, en especial las del universo Marvel.
«En nuestro afán por inundar Disney+ con contenido, terminamos perdiendo el enfoque», confesó Iger durante la presentación de resultados financieros del segundo trimestre de 2025. Y remató con una frase que ya está dando la vuelta en la industria: “La cantidad no necesariamente genera calidad.”
¿Qué pasó con Marvel?
El universo cinematográfico de Marvel, que durante más de una década fue sinónimo de éxito, empezó a mostrar señales de agotamiento tras el boom de Avengers: Endgame. Las series como Secret Invasion o películas como The Marvels no lograron enganchar al público, y la crítica fue implacable.
La respuesta de Disney fue clara: detener el frenesí de producción y volver a lo esencial. Menos series, más enfoque cinematográfico. Y el primer ejemplo de ese cambio ya está en cartelera.
Thunderbolts: el giro inesperado
Thunderbolts, una cinta que no tenía el hype de otras entregas, terminó convirtiéndose en el caso de éxito que Disney necesitaba. Con una historia más centrada, un grupo de personajes menos conocidos y un giro narrativo que reveló que el título hace referencia a Los Nuevos Vengadores, la película no solo recuperó el interés del público, sino también el respaldo de la crítica.
En números, la cinta recaudó $76 millones en su primer fin de semana en Estados Unidos y $86.1 millones a nivel internacional. Y lo más importante: logró una calificación de 88% en Rotten Tomatoes y una A- en CinemaScore. Nada mal para un universo que muchos ya daban por agotado.
Un nuevo modelo de contenido
Este viraje no es solo una reacción, es parte de una nueva estrategia. Iger aseguró que Marvel se enfocará nuevamente en películas con alto valor narrativo y de producción, dejando atrás la lógica de “llenar la parrilla”. Lo que viene ahora es una cartelera más selectiva pero con mayor promesa de impacto.
Entre los próximos estrenos que acompañarán este nuevo rumbo están Fantastic Four: First Steps, Zootopia 2, Lilo y Stitch, Avatar: Fire and Ash, y para 2026, Avengers: Doomsday, Toy Story 5 y The Mandalorian & Grogu. “Es una de las mejores líneas de estrenos que hemos tenido en años”, afirmó Iger con optimismo.
¿Qué significa esto para la industria?
Desde la mirada de negocios y marketing de contenidos, el caso Disney deja varias lecciones claras:
- La saturación de contenido no siempre equivale a valor percibido.
- La conexión emocional con el público pesa más que el volumen de estrenos.
- Recuperar la narrativa y el enfoque puede ser la clave para revivir una marca desgastada.
Además, el cambio de enfoque está dando señales positivas también en lo financiero: Disney superó expectativas con ingresos de $23.62 mil millones en el trimestre, un aumento del 7% interanual.
¿Se viene la redención del MCU?
Si Thunderbolts marcó el punto de inflexión, Avengers: Doomsday podría ser la confirmación de que Marvel vuelve a tomar el control de su narrativa. Y más allá del universo de superhéroes, lo que está haciendo Disney podría representar un nuevo estándar para toda la industria del entretenimiento: más estrategia, menos volumen.
En un mercado saturado de plataformas, series y contenidos, este tipo de decisiones no solo impactan a los fans… también son señales para los creadores, marketers y productores que buscan mantenerse relevantes sin perder la esencia de su marca.