TikTok ya no solo roba horas de scroll infinito; ahora también quiere ser el nuevo centro comercial global. Según el estudio TikTok Shop 2025 de SocialPubli, esta plataforma está tentando a influencers y marcas con un modelo de social commerce que promete mucho… pero, ¿cumple o es solo hype para mantenernos enganchados?
TikTok Shop en cifras: ¿realidad o efecto placebo?
El 63,6% de los influencers ha comprado en TikTok Shop y el 26,4% dice comprar mensualmente. Con un 98,9% de experiencias positivas, pareciera que la plataforma está lista para dominar el comercio digital. Pero no nos engañemos: que la gente compre no significa que las marcas lo estén haciendo bien. ¿Estamos diseñando estrategias que realmente conectan o solo aprovechando la moda del momento?
El 61% de los influencers quiere promocionar productos y el 82,8% estaría encantado de ganar comisiones por venta. ¿Es esto una señal de que TikTok Shop es el futuro del marketing o simplemente un reflejo de una generación cansada de monetizar a costa de su autenticidad?
Influencers divididos: ¿entusiasmo real o necesidad de ingresos?
Aunque el 76,2% de los encuestados ve a TikTok Shop como una nueva forma de monetización, un 21,2% aún desconfía. Y con razón: la plataforma tiene que demostrar que es más que una tendencia viral y que puede sostener relaciones de valor entre marcas, creadores y audiencias.
El 54,3% confía en la plataforma solo si el vendedor es fiable. Esto plantea una pregunta incómoda: ¿las marcas están siendo suficientemente estratégicas o están inundando TikTok con colaboraciones mediocres que dañan más que suman?
Moda, belleza y… ¿algo más?
Moda y belleza dominan la plataforma (52,3% de las colaboraciones), pero sectores como tecnología y hogar/lifestyle también están ganando terreno. ¿Podrán estas categorías innovar en un espacio donde la atención del usuario es cada vez más efímera?
¿innovación disruptiva o déjà vu del e-commerce?
El social commerce no es nuevo; lo que cambia aquí es la velocidad y el formato. TikTok Shop puede ser el escenario perfecto para campañas ágiles y auténticas, pero también puede convertirse en un vertedero de “tácticas desesperadas” si las marcas no entienden las reglas del juego.
El reto es claro: menos venta agresiva y más historias reales. Porque los usuarios de TikTok tienen un radar infalible para detectar cuando les quieren vender humo.