En agosto de 2025, Google declaró que la inteligencia artificial aplicada a su buscador —a través de funciones como AI Overviews y AI Mode— está generando más consultas y clics de “mayor calidad” que nunca. Según la compañía, los usuarios están haciendo preguntas más largas, complejas y específicas, y los clics que derivan de esas interacciones muestran mayor interés real por el contenido.
Sin embargo, más allá del optimismo corporativo, este anuncio abre un debate crucial para el marketing digital: ¿estamos ante una nueva oportunidad para los creadores de contenido o frente a una concentración aún mayor del poder informativo y comercial en manos de Google?
Lo que Google dice… y lo que significa en la práctica
Google asegura que el volumen total de clics orgánicos se mantiene “relativamente estable” año tras año, y que la calidad de los mismos ha aumentado. En su narrativa, la IA no reemplaza a la web, sino que la “destaca”, citando fuentes y ofreciendo enlaces visibles. Además, argumenta que los usuarios buscan cada vez más contenidos auténticos —foros, podcasts, reseñas y perspectivas únicas—, lo que desplaza el tráfico hacia formatos menos convencionales.
Pero hay un matiz estratégico que no debe pasarse por alto: si el usuario encuentra gran parte de la respuesta en el propio buscador, el número de clics a sitios externos podría no disminuir de forma abrupta, pero sí cambiar drásticamente de destino. Esto obliga a replantear el tipo de contenido que las marcas y medios producen, priorizando profundidad, originalidad y autoridad percibida.
Oportunidades estratégicas para el marketing
El mensaje implícito es claro: el SEO tradicional ya no es suficiente. Las funciones de IA premian los contenidos que no solo responden una consulta, sino que aportan un valor añadido imposible de condensar en un párrafo generado por la IA de Google. En este escenario, se abren tres grandes líneas de acción:
- SEO de experiencias y no solo de palabras clave
Posicionar ya no es solo cuestión de optimizar para un término de búsqueda, sino de diseñar contenidos que fomenten exploración: guías completas, análisis en profundidad y formatos multimedia. - Apuesta por la voz experta y el contenido auténtico
La tendencia hacia “voces reales” significa que marcas personales, líderes de opinión y testimonios directos pueden convertirse en ventaja competitiva frente a páginas impersonales. - Estrategias multiformato y comunidad
Foros, vídeos, newsletters y canales privados pueden captar al usuario antes o después de su interacción con el buscador, mitigando la dependencia del tráfico orgánico directo.
El desafío: menos visibilidad para quien no se adapte
La estabilidad en el tráfico que Google reporta esconde un reacomodo del ecosistema. Algunos sitios están ganando relevancia, pero otros —particularmente aquellos con contenido superficial o fácilmente resumible— están viendo caer su visibilidad. Esto implica que el marketing de contenidos debe mutar hacia propuestas más robustas, integrando datos propios, narrativas diferenciales y experiencias interactivas.
La declaración de Google marca un punto de inflexión: la IA no es un accesorio en el buscador, sino el nuevo filtro central de acceso a la información. Para el marketing, esto significa entender que la visibilidad ya no depende solo de aparecer en la primera página, sino de ser percibido como un destino inevitable para quien quiera ir más allá de la respuesta rápida.
En otras palabras, el juego ya no es solo “ganar clics”, sino convertirse en la fuente que la IA no pueda reemplazar sin perder valor. Ese es el verdadero reto —y la gran oportunidad— de esta nueva era.