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Metodologías Ágiles: cuáles son y para qué sirven

Como emprendedor, o desarrollador de proyectos, es imprescindible estar actualizado con métodos que funcionen. La calidad de un producto o servicio depende en gran medida de la efectividad de su proceso productivo; y desde esa perspectiva, la metodología usada se vuelve la columna vertebral de cualquier proyecto.

Si usas métodos obsoletos, el proyecto no crecerá como esperas, pues el entorno altamente volátil te dejará fuera del mercado. Por ello, las grandes empresas se han dedicado a desarrollar e implementar nuevos modelos de trabajo; hoy en día, el manuscrito de metodologías ágiles ha ganado relevancia ¿y cómo no? Si es que da resultados.

Ahora bien, si estás perdido en este campo de las metodologías ideales para hacer crecer negocios, déjame guiarte. Hoy hablaremos a detalle sobre qué metodologías ágiles existen, en qué se basan y por qué debes estudiarlas.

Antes de continuar, debo aclararte que no por leer este post serás un experto en el tema, pero sí que sabrás por dónde iniciar tu preparación profesional.

Qué son las metodologías ágiles

Para asimilar mejor qué metodologías ágiles existen es necesario hacer una pausa y entender qué son y por qué son tan demandadas.

Todo lo excelente, pica y se extiende; y esta modalidad de trabajo no es una excepción. A pesar de que originalmente se desarrollaron dentro de la industria de los softwares, hoy en día comprenden una serie de principios casi universales. Cualquier industria podría servirse de ellas y  comenzar un proceso de escalada acelerada.

Estas metodologías no son más que un conjunto de criterios que permiten a los equipos de trabajo ser mucho más efectivos. Con el ojo puesto en la satisfacción del cliente, los proyectos reestructuran sus procesos internos de manera que se pueda

  • Acortar el tiempo de producción
  • Minimizar los costes operativos
  • Presentar procesos transparentes
  • Armonizar las relaciones internas y externas
  • Simplificar actividades
  • Abordar efectivamente los aspectos complejos del proceso
  • Optimizar la comunicación
  • E indudablemente, incrementar la productividad
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Cada una de las metodologías ágiles existentes es el resultado de décadas experimentales. Es decir, reúne las mejores prácticas de las empresas más importantes del mundo; a dichas prácticas se le aplican filtros de flexibilidad, y se pueden utilizar en cualquier proyecto.

Por supuesto, no basta con saber de ellas o aprenderse “el manual”; el éxito en este asunto depende de la cultura organizacional y la capacidad del equipo para apegarse a los nuevos roles.

Para qué sirven las metodologías ágiles

¿Para qué sirve un mapa? Te muestra el terreno, sabes dónde estás y puedes ver las rutas disponibles hacia tu destino; y además, tienes opción para evaluar cuál es la más conveniente. ¿Cierto?

De la misma manera, las metodologías ágiles te presentan una nueva manera de jugar y ganar el juego. Concretamente, una práctica eficiente de la metodología que elijas, te ayudará a eliminar todas las actividades innecesarias dentro de tu proyecto.

Como consecuencia, el equipo de trabajo se dedica exclusivamente a las actividades que fomentan el progreso. Eliminas los bucles sin sentido, predices cambios en el momento oportuno y te permite ser flexible dentro de un mismo plan.

Y créeme, en un mundo tan acelerado y cambiante, no se puede ser ciegamente estricto. Tu plan y tu proceso deben tener un margen de flexibilidad sin caer en la indecisión; y al ser un criterio sensible, lo mejor es contar con métodos que te indiquen cómo hacerlo.

Cuáles son las metodologías ágiles

Si has llegado hasta acá, significa que realmente quieres hacer algo innovador con tu negocio y eres consciente de que necesitas herramientas. Bien, hoy te presento las principales metodologías ágiles y cómo éstas se pueden integrar en tu proyecto.

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Kanban

Dentro de mis favoritas, está el Kanban, un sistema de tarjetas y tableros que de seguro hará la diferencia en la gestión de tu equipo de trabajo. El tablero maestro se divide en tres secciones (o más):

  • Trabajo pendiente
  • En proceso
  • Terminado con éxito

En cada sección se agregan tarjetas con la descripción de las actividades y los responsables; etiquetas, comentarios, y demás. Una manera perfecta de estar al tanto del proceso y todas sus etapas.

Scrum

Por su parte, esta es una de las metodologías ágiles de mayor resultado. En Scrum, los procesos se dividen en pequeños fragmentos y se distribuye el equipo de trabajo para abordarlos en simultáneo.

Esto permite acelerar el proceso de desarrollo y anular los cuellos de botella.

En efecto, necesitas un personal altamente calificado en el área que va a atender.

Extreme Programming

Esta metodología se centra en la optimización de las relaciones internas del equipo de trabajo. Con un mejor clima interno, cada profesional está más abierto a colaborar y optimizar su puesto; como consecuencia, el proyecto gana una sinergia inconmensurable.

Con un equipo perfectamente engranado, es más sencillo adentrarse en pruebas experimentales orientadas a resultados específicos. Es decir, no se pretende explorar áreas, sino de encontrar soluciones detalladas al caso.

Crystal

Cuando se trata de categorizar proyectos según su magnitud y complejidad, sin duda la metodología Crystal es la ideal.

Con un sistema de categorías análogas a gemas, los directores de grandes proyectos pueden estructurar mejor sus equipos de trabajo. Ordenados de menor a mayor magnitud, los equipos de trabajo se presentan con los siguientes cristales:

  • Clear
  • Yellow
  • Orange
  • Red
  • Diamond
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Agile Inception

En esta última, se pretende alcanzar un nivel mayor al obtenido en las típicas sesiones de brainstorming. Como metodología ágil, en esta se programan una serie de encuentros del equipo a cargo donde se plantean todos los asuntos en ejecución.

Sin embargo, el centro es uno: la optimización. Por ello, cada intervención tiene una duración máxima de 5 minutos; lo cual promueve un máximo de precisión en el flujo de información y cero derivaciones.

Ahora bien, sabiendo que estas no son las únicas metodologías ágiles existentes, estoy seguro de que ya hay mucho por profundizar.

Ten en cuenta que dependiendo de la naturaleza de tu proyecto, habrá momento en los que será más útil apegarse a una u otra. Recuerda, hoy en día debemos ser flexibles dentro del plan.

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