¿Has escuchado sobre el mapa de empatía pero no sabes si será útil para tu negocio?
Permíteme mostrarte cómo funciona y estoy seguro de que te engancharás con él. Conocer a tu cliente a la perfección va más allá de un interés vano, sino que fortalece las relaciones y ayuda a que el comercio se desarrolle con mayor fluidez.
Visto desde una perspectiva análoga, ¿recuerdas cuando haces un comentario imprudente en una situación inadecuada? Lo mismo ocurre cuando intentas vender a un cliente al que no eres capaz de entender.
¡Pero basta de eso! Comencemos…
¿Qué es el mapa de empatía?
El mapa de empatía es una herramienta gráfica que reúne información básica pero elemental de tu cliente. Es casi imposible completarlo si no sabes a quién deseas vender tu producto o servicio, por lo que es necesario hacer investigaciones previas.
De alguna manera, permite organizar en un lienzo, ciertos aspectos psicológicos de tu potencial cliente; que por supuesto, complementa la previa segmentación de tu audiencia.
Ahora bien, si te preguntas si es posible elaborar este mapa desde el principio de tu plan de negocios, déjame decirte que sí, pero no es el primer paso. De hecho podríamos decir que una segmentación primaria será la base para responder las preguntas del mapa de empatía; o mejor dicho, te ayudará a visualizar a tu cliente y ponerte en sus zapatos.
Una vez establecidas las bases, se sitúa el cliente en el centro del lienzo y alrededor se establecen cuatro recuadros. Además, en la parte inferior (como una base horizontal), tendrás dos recuadros adicionales.
Cada uno de estos recuadros funciona como un espacio para vaciar información relevante para entender la situación de tu cliente. Por ende, el proceso de llenado ha de hacerse con precisión, una señal malentendida puede fomentar el desarrollo de ideas inadecuadas.
¿Cómo elaborar el mapa de empatía?
Bien, ahora en la parte operativa, necesitamos responder una serie de preguntas dentro de cada recuadro. Dependiendo del caso, las preguntas varían, pero el cada cuadro marca una categoría concreta.
En total, las seis categorías cubren los siguientes aspectos de tu cliente:
- ¿Qué piensa y siente?
- ¿Qué oye, o qué lo influencia?
- ¿Qué dice y hace?
- ¿Qué observa?
- ¿Cuáles son sus principales miedos?
- ¿Qué le motiva o cuáles son sus necesidades?
Una vez vaciada la información, lo ideal es realizar una descripción lineal del avatar de tu cliente. De hecho, perfecto si le puedes asignar un nombre para personalizar el proceso.
¿Realmente necesito el mapa de empatía en mi negocio?
Déjame darte una respuesta directa y rotunda: ¡Sí!
Si de verdad deseas establecer relaciones comerciales duraderas, y darles a tus clientes la mejor experiencia de usuario ¿crees que es importante entenderlo? Entonces una herramienta como el mapa de empatía se vuelve un As que todo emprendedor debe tener.
Tal vez en el proceso previo al lanzamiento de tu idea, la planificación tome más tiempo del que te gustaría; quizás, evaluar tantos aspectos de tu cliente te quite un poco la motivación, sobre todo si eres de los que quiere ir de prisa.
Sin embargo, créeme cuando te digo que cuando estas etapas están bien diseñadas, el crecimiento posterior es acelerado y sostenido. Caso contrario, cuando no te tomas el tiempo para desarrollar estos aspectos conceptuales de tu negocio, puedes crecer rápido, pero hay riesgos de demasiada debilidad.
¡Toma nota!