Si eres emprendedor o dueño de una empresa, evidentemente estás aquí para dar con ese punto elemental que has estado pasando por alto. Es probable que estés cansado de girar en círculos, y créeme, sé lo que es estar allí.
Ahora bien, quiero aclararte que nada de lo que pueda comunicarte será “una fórmula mágica” para resolver tus problemas con los anuncios publicitarios de tu proyecto. De hecho, resulta mejor si los ves como una guía adaptable al proceso que estés atravesando y de esa manera contar con una herramienta (y manual de uso) adicional para hacer frente a la adversidad.
El corazón de la publicidad
Bajo esta perspectiva te invito a internalizar en lo más profundo de la publicidad para que puedas apreciar la clave que potenciará la efectividad de tus anuncios.
Hagamos un ejercicio rápido. Dale una mirada al fondo de una campaña publicitaria, retira todo el arte, los guiones, las herramientas, los canales y céntrate en el objetivo de la misma. ¿Qué busca la campaña?
Tal vez aportar información relevante sobre algún caso, o quizás vender más de cierto producto y servicio ¿cierto?
Pero si ahondas un poco más te das cuenta que sigue siendo superficial. Cuando llegas realmente al núcleo encuentras el factor clave; la conexión con el lead.
En esencia, el único fin publicitario es ganar la confianza del prospecto para sugerirle una acción determinada que pueda beneficiar a ambos (aunque muchos no respeten el equilibrio).
Asimilando el principio…
Ahora bien, si entendemos que el factor clave de los anuncios publicitarios es la conexión con el prospecto, entonces puedes reorganizar el modus operandi en el que te has balanceado todo este tiempo.
Puedes ser o contar con excelente profesionales en el área de diseño, quizás tu propuesta sea la solución más efectiva para determinado caso. Incluso puedes ser capaz de invertir enormes cantidades de dinero en las redes sociales, pero si ignoras la esencia de todo ello, terminarás perdiendo mientras podrías ganar.
Así que una buena manera de comenzar es olvidándote de ti. ¡Sí, tal y como lees!
Tú eres el menos importante en este aspecto, y debes salir de la ecuación para comenzar a “ser” tu prospecto ideal. Resulta muy efectivo que logres estudiar a “esta persona” hasta que puedas pensar como tal.
De esa manera detectarás de manera más fluida lo que más le atrae, lo que persigue y lo que le puedes mostrar para llevarlo más cerca de tu propuesta comercial.
Conclusión
Finalmente, tras entender qué hay en la mente de tu prospecto es que debes sentarte a desarrollar ideas para luego asignarle a cada departamento la responsabilidad de materializar la estrategia. Pero a menudo sucede todo lo contrario.
Hoy en día, con lo frenéticos que pueden resultar algunos proyectos y el ritmo tan acelerado de trabajo, no dejan espacio para pensar en el prospecto. Solo piensan en cómo venderle lo que has diseñado, incluso sin validar que realmente sea un producto para este nicho.
Así que desconéctate de todo y cambia de lugar con tu prospecto, piensa como él o ella y encuentra los detalles que le darán verdadera fuerza a tus anuncios publicitarios o inspírate en algunos anuncios del 2021.