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Cómo y cuándo usar preguntas abiertas y cerradas

Hace unos años, mientras me encontraba en mi fase temprana de investigación sobre el emprendimiento, me encontré con un libro singular; La respuesta está en las preguntas, de Allan Pease.

Ciertamente es un libro de persuasión y negociación; pero hubo una frase de allí que hasta ahora me ha acompañado en casi todo lo que hago. Parafraseando un poco al autor, tenemos que “las preguntas correctas, a menudo nos llevan a las respuestas correctas”.

Por lo tanto, saber diferenciar los tipos de preguntas y cómo utilizarlas, marca claramente una ruta de éxito o fracaso en el descubrimiento.

En consideración a ello, hoy abordaremos las diferencias entre preguntas abiertas y cerradas; pero sobre todo, cómo y cuándo hacer uso de ellas.

Tipos de preguntas en la investigación

Ante todo, quiero aclarar que por “investigación”, no necesariamente hablo de un proceso de analítica científica; sino de cualquier proceso de búsqueda de información. Por ejemplo, en la evaluación de las preferencias de usuarios; la apreciación sobre un producto; el tipo de soluciones a un problema, entre otros.

Todas las preguntas las podemos categorizar como preguntas abiertas o preguntas cerradas; diferenciadas particularmente por el tipo de respuestas que genera.

Por su parte, las Preguntas abiertas son aquellas que permiten una exploración extensa en determinado tema. Las respuestas comprenden información netamente cualitativa, marcando la perspectiva singular de cada encuestado.

Generalmente estas hacen referencia a las preferencias, justificaciones, opiniones personales e interpretaciones sobre algún tema. Por ejemplo:

  • ¿Cuáles son tus artistas favoritos?
  • ¿Por qué has estudiado X carrera?
  • ¿Qué opinas acerca del cambio climático 2021?

No obstante, también podrían considerarse preguntas abiertas a aquellas que cuentan con una respuesta corta, pero que no cuentan con respuestas predeterminadas. Tales como:

  • ¿Qué edad tienes?
  • ¿En qué ciudad naciste?
  • ¿Cuántos hermanos tienes?
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Ahora bien, las preguntas cerradas, se centran en una serie de respuestas predeterminadas; es decir, ofrece un abanico de opciones específicas en las que el encuestado debe elegir y se cierra la posibilidad de ejecutar interpretaciones demasiado personales.

Este tipo de cuestionamiento se puede estructurar

  • Preguntas de selección múltiple
  • Preguntas dicotómicas

En la primera, cada pregunta está acompañada de un conjunto de posibles respuestas y el encuestado se limita a señalar la que se adapte mejor a él/ella. Ejemplo:

  • ¿Cada cuánto haces ejercicio?

3 veces por semana – 5 veces por semana – 1 vez al mes

No obstante, la segunda se limita a solo dos alternativas de respuesta, siendo las yes/no question, las más habituales. Ejemplo:

Cómo usar las preguntas abiertas y cerradas

Por la naturaleza de las respuestas es bastante sencillo definir en qué momento recurrir a un determinado tipo de preguntas.

En caso de necesitar datos fácilmente cuantificables, lo ideal es usar las preguntas cerradas; mientras que si pretendes tener una descripción detallada de algún aspecto de la vida del encuestado, es mejor usar las preguntas abiertas.

Sin embargo, en cada sesión investigativa, te sugiero balancear el tipo de preguntas para que el proceso de recolección sea dinámico y te ofrezca un resultado armónico. Un exceso de cualquier tipo de preguntas, puede ser contraproducente.

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