Si pudieras aplicar un método que te diera el éxito de Toyota ¿lo usarías?
¡De seguro que sí!
¿Cómo no hacerlo? Si el mundo entero es testigo de la impecabilidad de gestión que mantiene esta gran corporación desde hace varias décadas.
Ciertamente, se trata de una filosofía japonesa, pero que es perfectamente aplicable a cualquier industria en cualquier parte del mundo. Solo basta con entender lo que comprende y seguir algunos consejos prácticos para implementarla.
Por supuesto, no hay recetas mágicas de éxito instantáneo, pero sí una ruta garantizada hacia resultados extraordinarios.
¿En qué consiste el Kaizen?
Esta filosofía mantiene como premisa que la calidad de los procesos es la base para la calidad de los resultados. Consecuentemente, si se optimizan todas las fases de un proceso productivo, habrá un incremento substancial en los indicadores.
Teóricamente, la palabra compuesta Kaizen significa mejora continua. Lo cual implica que todas las áreas de una empresa deben mejorar su rendimiento día tras día aun cuando sea un grado por vez.
De esta manera, es inevitable el impulso innovador que adquirirá tu proyecto, y al cabo de un año, podrás observar una evolución exponencial de lo que ahora es tu empresa.
Evidentemente, establecer este proceso de mejora requiere de una participación activa de todas las personas que hacen vida dentro de la empresa. Todos los procesos, desde el contacto con proveedores hasta la atención al cliente final, deben ser optimizados con esta filosofía para considerar que tendrá éxito.
No obstante, la implementación puede lograrse a través de unos sencillos pasos.
Ciclo PDCA
En primera instancia, una comunicación clara con todo el personal de la organización facilitará en gran medida la implementación de esta filosofía. Se necesita la fuerza de todos los trabajadores, su compromiso y la adopción de la visión de la empresa por parte de cada uno de ellos.
En base a ello, el trabajo se orienta a un esquema de 4 etapas:
- Plan
- Ejecución (Do)
- Control (Check)
- Acción (Act)
Cada departamento debe ser capaz de estructurar una planificación que permita conseguir determinados objetivos, y una vez validado debe ser puesto en marcha. En este aspecto, el tiempo y la impecabilidad de ejecución son vitales para el éxito.
Una vez puesto en marcha, es necesario controlar (o revisar) a través de los KPIs si el proceso va acorde al plan y en tomar nuevas decisiones en función de ello.
Aunado a esto, es necesario adoptar algunas estrategias prácticas de BPM (buenas prácticas de manufactura), que de seguro potenciarán el progreso de la compañía. Entre ellas, puedes optar por las 5S, la cual es el pilar de la eficiencia en Toyota, o implementar el Six Sigma que le dio el éxito a Motorola.
Cabe destacar que las BPM que potencian el Kaizen, pueden ser fáciles de entender, pero complejas al adoptar. Estas requieren un cambio de enfoque en las actividades y si la empresa tiene demasiado tiempo trabajando de una forma, posiblemente exista una resistencia normal al momento de cambiar.
Sin embargo, el crecimiento exponencial de mejorar todos los días un poco, vale la pena.
No existe una organización que haya adoptado correctamente esta filosofía y el ciclo PDCA que no haya obtenido resultados extraordinarios.
¿Estás listo para hacer el cambio en tu organización?